La tradición no cambia para Gorka Ortiz de Urbina, el icónico Celedón de Gasteiz. Tampoco lo hace para su cuadrilla de amigos que cada 4 de agosto, horas previas a la bajada del aldeano de Zalduondo desde la torre de la iglesia de San Miguel para atravesar luego la Plaza de la Virgen Blanca encarnado ya en persona de carne y hueso y dar comienzo a las fiestas desde la balconada, tiene como costumbre almorzar en petit comité. Por supuesto, como no podía ser de otra forma, en el mismo bar de todos los años, La Taska, situado en el barrio obrero de Judimendi de la capital alavesa.

Sin embargo, el encuentro de esta mañana de viernes, ha sido distinto al de años anteriores. Toda una sorpresa para Gorka Ortiz de Urbina: para despedir su último año como Celedón se han reunido 21 de los suyos. “Sabía que algo me habían preparado” –se olía– “pero no con tanta envergadura”.

El recibimiento ha sido de lo más emotivo, y es que, hacia las 9.00 horas, un aurresku en su honor, y los posteriores besos y abrazos de todos y cada unos de sus amigos allí presentes, han logrado poner los pelos de punta y los ojos vidriosos a un Gorka que, hasta ahora, parecía indestructible. “Pensaba que iba a estar más fuerte, pero la verdad es que estoy muy sensible, yo creo que se nota”, ha confesado.

Un bonito homenaje en el que el propio dantzari le ha hecho entrega de una txapela para después disfrutar de un almuerzo cargado de vino, huevos fritos y morcilla en el interior del local. 

Vídeo: La sorpresa que se lleva Celedón en el bar La Taska de Vitoria

Vídeo: La sorpresa que se lleva Celedón en el bar La Taska de Vitoria Carla González

El Celedón de toda una generación

Lo cierto es que existe toda una generación de jóvenes gasteiztarras que han crecido con Gorka Ortiz de Urbina como el gran referente de Celedón, concretamente, desde el año 2001. “Seguramente les pase lo mismo que a mí con Iñaki Landa, al que yo considero mi Celedón”, asegura emocionado. Otro de los grandes referentes con quien la pasada noche pudo compartir un buen rato cenando en una sociedad. “Yo creo que seré ese Celedón de vuestra edad, el que habéis conocido”, puntualiza.

Asimismo, Gorka se ha mostrado agradecido por todos los mensajes cargados de emoción que está recibiendo durante estos días. “Me ponen los pelos de punta. Hay gente que se acuerda de ti y piensas pues igual no lo has hecho tan mal”, dice.

Una última bajada

Esta tarde, y por última vez, a las 18.00 horas Gorka protagonizará la tradicional bajada en paraguas de Celedón, donde miles de personas vibrarán con su presencia en la Plaza de la Virgen Blanca. Un acto para el que, como bien ha señalado, se intenta preparar lo mejor posible cada año. “Te intentas cuidar y hacer algo de deporte”, ríe.

Ahora que Gorka Ortiz de Urbina está a punto de poner fin a su carrera como Celedón, él mismo ha manifestado públicamente su visión dentro del debate de su sucesión. “Seguro que la Comisión de Blusas y Neskas buscará a una persona que encaje perfectamente en el cargo”, admite. “Lo miraré desde lejos, de otra manera, pero disfrutándolo también”.