Muchos vecinos del barrio de San Martín, de la calle Vicente Goikoetxea o del entorno del Paseo de la Senda, así como numerosos viandantes, se han sorprendido estos días al contemplar el extraño aspecto de los plátanos de sombra que se alzan en estas zonas. Concretamente el de sus troncos, que presentan casi sin excepción la corteza levantada y desprendida si no la han perdido ya totalmente.
¿Pero hay motivos para preocuparse por el estado de estos magníficos ejemplares? ¿Tienen algún tipo de enfermedad? La respuesta es que no, pese a tratarse de un fenómeno tan llamativo, según tranquilizan desde el departamento municipal de Espacio Público y Barrios. La explicación se encuentra en el comportamiento que la meteorología ha tenido en los últimos tiempos en Vitoria, con la espectacular granizada del pasado 6 de julio como hito más destacado.
Esta clase de árboles de gran porte, cuyo nombre científico es Platanus hispánica o Platanus acerifolia, tienen como característica que en su proceso de crecimiento ensanchan el tronco de forma ostensible, por lo que evidentemente van perdiendo la corteza de forma progresiva.
La diferencia este año es que se han hecho mayores demasiado rápido dando como resultado la acelerada pérdida de su cobertura. Primero, porque la primavera fue muy húmeda en la ciudad. Después, debido a las altas temperaturas de hace unas semanas.
“Cambio de piel”
Un cóctel que ha hecho que el proceso de crecimiento coja más velocidad de la habitual y que la corteza esté cayéndose de esta forma tan inusual, “como el cambio de la piel a las serpientes”. Para rematar, la violencia con que los troncos fueron golpeados con el granizo a comienzos de este mes ha acelerado un poco más la caída de las lascas.
“Es un proceso natural pero que al haber ocurrido más repentinamente ayudado por la granizada, hace muy visible y llamativa esta situación”, explican desde el Ayuntamiento.