“Necesitamos ser realistas. De lo contrario nos estrellaremos a toda velocidad contra la pared”. Es la advertencia que ha lanzado a Bruselas el consejero delegado de Mercedes-Benz, Ola Källenius, que también preside la Asociación Europea del Automóvil (ACEA). Källenius alerta así a las instituciones europeas del riesgo de mantener la prohibición de los vehículos de combustión en 2035. “En Europa, las rígidas regulaciones actuales amenazan con colapsar el mercado automovilístico”, ha sentenciado.
Por el contrario, Källenius, en una entrevista publicada por el periódico alemán Handelsblatt, recomienda a la UE apoyar las ventas de vehículos eléctricos a través de precios bajos de la electricidad en las estaciones de carga e incentivos fiscales. El análisis del CEO del fabricante alemán es claro: si no se toman estas medidas, Europa no solo dañará el dinamismo económico de uno de sus principales motores industriales, sino que es probable que muchos consumidores sigan comprando vehículos con motores de combustión hasta poco antes de 2035.
Prolongar la vida del motor de combustión
El pasado febrero, Källenius reconocía que el proceso de implantación de los modelos eléctricos en la marca “llevará más tiempo de lo que se esperaba hace cinco años”. Por ello, la multinacional alemana anunció su decisión de ampliar su plataforma VAN.EA de fabricación de modelos eléctricos –para la que se está adaptando en estos momentos la factoría de Gasteiz– con una segunda variante denominada VAN.CA, de producción de furgonetas con motor de combustión de última generación. Esta decisión implicó renunciar a su objetivo inicial de dejar de producir motores de combustión para 2030.
En mayo, la Comisión Europea flexibilizó el objetivo de emisiones promedio de CO2 marcado a los fabricantes, retrasándolo dos años. No obstante, mantiene la fecha de 2035 como límite para la venta de de vehículos nuevos con motores de gasolina o diésel.
El CEO de Mercedes-Benz pone a China como ejemplo en materia regulatoria, donde “no hay ninguna fecha límite, por tanto ninguna prohibición de una tecnología”: “Yo no fijaría una fecha concreta para abandonar la tecnología de combustión interna. Establecer un objetivo absolutista en un momento determinado con sanciones draconianas no ayuda en nada”.
El Vision V, en California
El pasado abril, el Salón del Automóvil de Shanghái acogió la presentación por parte de Mercedes-Benz de su prototipo Vision V, que avanza los futuros modelos de furgonetas VLS y VLE que se fabricarán en la planta de la multinacional germana de Gasteiz a partir de 2026. Desde entonces, Mercedes ha presentado el Vision V en Dubái y esta semana debuta en EEUU, donde tras pasar por Los Ángeles se dará a conocer en el Mercedes-Benz Star Lounge de Pebble Beach, en California, entre hoy y el domingo. Los nuevos modelos VLS y VLE nacerán con la puesta en marcha de la denominada Van Electric Architecture (VAN.EA), la nueva plataforma modular escalable de fabricación de modelos eléctricos a la que se está adaptando ahora mismo la factoría de Vitoria con una gran inversión de unos 1.000 millones de euros.
No perder de vista la economía
“Por supuesto que debemos descarbonizar, pero hay que hacerlo de forma tecnológicamente neutra”, ha subrayado Källenius, pero sin “perder de vista nuestra economía. Si Europa y la industria automovilística europea desperdician su fortaleza económica, perderemos por completo la posibilidad de alcanzar los objetivos políticos y la descarbonización”.
Un escenario al que se suma en estos momentos el alto nivel de incertidumbre que ha introducido la ofensiva arancelaria de la Administración de Donald Trump. “Nuestra industria está experimentando fuertes lluvias, granizo, tormentas y nieve simultáneamente. La fabricación de automóviles es un negocio difícil, más que nunca”, ha afirmado Källenius en su entrevista en el rotativo germano.