El vehículo elegido ha sido un Ford Fiesta negro, que tras su paso por el Matxete, y nunca mejor dicho, se ha ahorrado su regreso al desguace de vehículos, de donde había venido gracias al patrocinio de García y Arrausi.

Carlos Ruiz de Aretxabaleta ha sido el encargado de tal hazaña, que tras finalizarla, ha recibido unos más que merecidos aplausos.