Las emociones resultan esenciales a la hora de explicar el comportamiento de las personas. Las hay agradables, como pueden ser la alegría y la curiosidad, y también desagradables o incluso de carácter neutro, como la sorpresa. Y todas tienen su razón de ser o, al menos, eso se desprende de la condición humana.

Sin embargo, dichas emociones no siempre emergen de una manera apropiada o funcional en uno u otro contexto, como cuando alguien siente rabia de forma habitual y sin ningún motivo o miedo frente a situaciones inofensivas.

Abordar cuanto antes estas formas de rigidez emocional es clave para evitar problemas mayores y añadidos, lo que convierte la escuela en un lugar óptimo para intervenir.

Basado en la investigación

Es, de una forma muy resumida, el espíritu del modelo de Vinculación Emocional Consciente (VEC) que ha implantado el colegio Nuestra Señora de las Mercedes de Gasteiz, un pionero sistema de inteligencia emocional basado en la investigación neurocientífica que tiene como objetivos finales mejorar la salud emocional y el rendimiento escolar del conjunto de su alumnado.

Mercedarias es el primer centro de toda la ciudad en importar este sistema creado por el psicólogo clínico Roberto Aguado y su colega Aritz Anasagasti, y será también el primero en obtener la pertinente certificación tras tres años de trabajo informativo, formativo –con el profesorado– y ahora transformador. Los resultados ya saltan a la vista.

De izquierda a derecha, Roberto Aguado, Carmen Paniagua y Noelia Herrero. Pilar Barco

Tras analizar el estado emocional de todas sus aulas, que van desde los dos años hasta cuarto de ESO, realizar un seguimiento semanal y una intervención personalizada con el alumnado que necesita ayuda, Mercedarias ha logrado reducir a apenas un 13% la tasa de niños clasificados como rígidos emocionalmente.

Prevalencia del 20%

El porcentaje se situaba antes por encima del 20%, en concordancia con la prevalencia existente según la OMS y Unicef de problemas o trastornos mentales entre niños y adolescentes.

“El elemento más importante es la violencia, esas emociones desagradables de rabia y asco. Es lo que más hay: niños disruptivos, desafiantes y negativistas. Después está todo el espectro de la tristeza, niños apáticos y aburridos”, expone Aguado, que ayer visitó el centro educativo ubicado en Zaramaga.

“El elemento más importante es la violencia, esas emociones desagradables de rabia y asco"

Roberto Aguado - Psicólogo clínico y autor del VEC

La orientadora Carmen Paniagua, pieza clave en la implantación del revolucionario modelo en el colegio, y su directora pedagógica Noelia Herrero también ensalzan las bondades del VEC.

“El beneficio de todo esto no solo es solo para el alumnado, sino para el profesorado. Los conflictos se detectan con antelación y todos ganamos”, remarca Herrero.

Cuando un estudiante muestra una determinada rigidez emocional que no puede flexibilizarse con la ayuda de los tutores, se pone en manos de la dirección del centro –con el apoyo de Aguado– y, si fuese necesario, es derivado posteriormente al recurso social o sanitario que precise para intervenir cuanto antes.