El centro M.Class empezó de forma totalmente casual. El diseñador José Carlos Herrera y Adela Gil dieron forma, hace ya 35 años, a este centro que aúna escuela de moda y agencia–escuela de modelos en Vitoria–Gasteiz.
Esa pareja llegada de Cantabria tomó las riendas de un proyecto que el año pasado recibió el Premio al Establecimiento de Servicios más dinamizador de manos de Gasteiz On, la asociación de comerciantes de Vitoria–Gasteiz y ya preparan la pasarela de primavera–verano en la que, con motivo de este aniversario tan especial, realizarán un desfile en el que participarán los alumnos del centro y que estará basado en Balenciaga.
Por sus instalaciones han pasado muchos alumnos y entre todos forman una familia muy numerosa, tal y como aseguran los diseñadores Domingo Orive y Susana Pérez, profesores de la escuela que también pasaron por sus aulas.
Y entre sus alumnos se encuentran nuevas promesas, como Amaia Sánchez, que en 2021 despegó con su primera colección.
Para todos ellos, la moda es esfuerzo y sacrificio, pues requiere muchas horas de trabajo, pero también es una gran pasión, por lo que no es de extrañar que muchas de sus aficiones estén protagonizadas por telas, maniquíes, patrones, agujas y alfileres.
Hoy hemos entrado al corazón de M.Class Moda Centro para conocer el trabajo que desempeñáis en esta escuela de moda y escuela y agencia de modelos de Vitoria–Gasteiz.
–Adela Gil: Sí, pero va más allá de nuestro trabajo. Nos hemos hecho familia. Con Domingo, Susana y el resto de profesores, pero también con todos los alumnos que han pasado por aquí durante todo este tiempo, como Amaia, que es producto de la escuela (risas).
–Susana Pérez: Sí, la hemos hecho a nuestra imagen y semejanza y le da miedo dejarnos… (risas).
–Amaia Sánchez: Yo empecé en patronaje con José Carlos, hice corte y confección con Susana… me he hecho todos los cursos. ¡Hasta me he inventado cursos nuevos! (risas). Y este año he empezado a hacer un curso de Vestuario de Cine en la ECPV, la Escuela de Cine de del País Vasco, en Bilbao.
–Domingo Orive: Pero además trabaja en un bar, el Candela, está haciendo un máster también y viene aquí los jueves a la escuela…
“Cuando regresé a Vitoria me dieron la oportunidad de ser profesor y me sentí muy bien acogido”
...a pasar el poco tiempo libre que le queda… Madre mía!
–Amaia: (Risas) ¡Es un modo de vida!
–Susana: En mi caso, antes de ser profesora aquí, fui alumna. De hecho, ¡Domingo y yo fuimos compañeros de clase!
–Domingo: Es que fue una promoción buena ésa, ¿eh?
–Susana: ¡Y tanto que sí! Y ahora estamos aquí los dos, como un matrimonio.
–Todos: (Risas)
–Domingo: ¡Eso nos dicen! Pero nada de eso ¿eh?, no vayas a romper ahora las opciones que pueda tener…
–Susana: ¡Eso, eso! ¡Ni tú las mías!
–Todos: (Risas)
–Susana: Y lo que decía, que vine a estudiar aquí a M.Class y aquí me quedé (sonríe).
–Domingo: En mi caso, después de estudiar aquí, me marché a trabajar a Madrid y por cuestiones familiares regresé hace cinco años. Como no sabía qué hacer con mi vida, José Carlos y Adela me dijeron que tenía las instalaciones a mi disposición y que hiciera lo que quisiera. Así, por aburrimiento empecé por hacer un vestido de los 50 con las técnicas de la época, y fui haciendo otras prendas hasta que me di cuenta de que tenía hecha una colección. Hice un primer desfile en el Artium y ello dio pie a que reactivase mi marca y empezase a recibir pedidos de empresas y de gente de aquí.
Y a día de hoy combinas tu trabajo como diseñador con el de profesor de la escuela.
–Domingo: Eso es. Me ofrecieron la plaza de profesor de patronaje porque José Carlos viaja mucho, suele estar fuera impartiendo cursos, como ha pasado hoy que no ha podido venir, y hacía falta alguien que cubriese las clases aquí.
–Adela: Sí. Durante todo el tiempo que estuvo en Madrid, nos contaba cómo le iba y nuestro contacto era constante, así que cuando regresó a Vitoria formamos el tándem perfecto. Y Susana también es una profesora estupenda. Estamos muy contentos.
–Domingo: Sí. Creo que he hecho más o menos todo lo que se puede llegar a hacer en el sector. He sido muy feliz y he trabajado muchísimo. Aunque en Madrid monté mi propio estudio, donde estuve trabajando diez años, entre 1998 y 2008, emprender nunca ha sido mi prioridad, pero una vez regresé aquí a Vitoria decidí reactivar mi propia marca.
–Susana: Y la acogida de Domingo aquí en Vitoria fue muy buena.
–Domingo: Sí. Lo cierto es que estoy muy contento en Vitoria.
En tu caso, Susana, también combinas ambas facetas, pues además de profesora eres diseñadora.
–Susana: Sí. Yo vengo de la costura a medida, he hecho bordado, sombrerería, pedrería… Y trato de unirlo a mis diseños. Actualmente, además de trabajar en la escuela, hago prendas por encargo. Anteriormente he hecho varias colecciones infantiles bajo el nombre de Susanita, pero decidí no continuar porque comencé a vender muchas prendas y no daba abasto….
–Domingo: Es que ese nivel de costura no puede llevarse a producción porque utiliza técnicas muy laboriosas que requieren de muchas horas. No se puede hacer en serie porque el tiempo es el tiempo…
–Susana: Recuerdo cuando trabajé para una empresa lowcost y cada vez que les presentaba mis diseños tenía que ir quitando elementos para simplificarlos, porque yo soy de añadir muchos detalles, y claro, eso encarecía mucho la prenda (risas).
“Hice una marca infantil pero decidí dejarlo porque hacerlo todo a mano no era posible”
Bueno, y volviendo a la escuela, hay que decir que este año estáis de aniversario. ¡Celebráis 35 años de M.Class por todo lo alto!
–Adela: ¡Buff… pues hace ya 35 años! Y este año vamos a hacer cositas para recordarle a la gente que estamos aquí y que llevamos todo este tiempo trabajando. Estamos preparando ya nuestra pasarela de primavera–verano que haremos dentro de poco, pero la fecha aún está sin confirmar. En esta ocasión tan especial, haremos un desfile con 45 alumnos del centro para celebrar nuestro aniversario de M.Class. Os podemos adelantar que estará basado en Balenciaga.
–Susana: ¡Sí! Va a ser muy bonito y especial. Los alumnos, que tienen desde 14 hasta 70 años, están muy animados e ilusionados por participar.
El año pasado, desde Gasteiz On, la asociación de comerciantes de Vitoria–Gasteiz, os dieron el Premio al Establecimiento de Servicios más dinamizador.
–Adela: Sí, fue una gran noticia, la verdad.
Adela, ¿recuerdas cuando iniciastéis el proyecto de la escuela José Carlos y tú?
–Adela: Sí. M.Class empezó de una manera casual. José Carlos y yo vinimos aquí a Vitoria–Gasteiz desde Cantabria para hacer un curso aquí, en una escuela que había anteriormente, que se llamaba Txairoki. Luego se quedó como profesor y después surgió la posibilidad de dirigirlo nosotros. Fue entonces cuando incorporamos la parte de escuela y agencia de modelos, que es a lo que me dedico yo, y él, como diseñador, patronista, escalador y confeccionista que es, dirige la escuela de moda.
¿Y cómo fueron vuestros inicios profesionales?
–Adela: Yo ya había hecho cositas de modelaje de joven porque me lo planteé como una opción interesante y aprovechando que estaba en Madrid entré en una agencia, pero me di cuenta muy rápido de que yo donde me veía no era en la parte exterior, como modelo, sino en la parte de atrás, así que al regresar a Cantabria monté una escuela de modelos y luego, una vez que vinimos aquí a Vitoria y José Carlos, mi pareja, abrió la escuela de moda, pues me pareció una buena opción incorporarlo para poder ofrecer la facilidad de contratar modelos para sesiones de fotos y desfiles de moda.
–Domingo: Yo conocí esta escuela cuando tenía 21 años y José Carlos era profesor de patronaje y Adela profesora de historia de la moda en aquel entonces y me saqué el título de diseñador patronista escalador industrial, que eran tres años en aquella época, y me fui a hacer unas prácticas con Devota & Lomba a Madrid y estuve veinte años trabajando allí. Acabé siendo director técnico en Devota & Lomba, trabajé con Miguel Palacio y Ángel Schlesser. Además, también he hecho Ballet Nacional y Compañía Nacional de Danza.
–Susana: Yo he ganado varias veces el premio a la mejor pasarela en Gasteiz On y el Premio Nacional de Moda en el año 2008, por una colección muy especial que estaba hecha de crochet con vaquero. Recuerdo que fue muy emotivo porque me entregaron el premio en Madrid y cuando llegué aquí a Vitoria estaban Adela, José Carlos y unos alumnos de aquella época esperándome en la estación con carteles de enhorabuena y fue muy bonito (sonríe).
–Adela: Ya me acuerdo…
–Amaia: En mi caso, estoy empezando. En primavera del 21 hice mi primer desfile para presentar colección en Gasteiz On.
–Adela: Sí. Fue un evento muy exclusivo que se celebró en los Arquillos para 75 personas para cumplir con la normativa de la pandemia.
–Amaia: Sí. Me propuso José Carlos a ver si me animaba a hacer una colección y me lancé. Yo ya tenía marca propia, porque ya había hecho algún encarguito, pero colección así a lo grande no. Este año tengo mis dos primeras novias y tengo algún encargo de bomber que me han hecho como la que llevo yo ahora, que es mía.
¿Os gusta llevar vuestras propias creaciones?
–Domingo: Yo es que cuando digo que voy a comprarme ropa mis amigos me dicen que siempre llevo el mismo uniforme. Camisa blanca, vaquero azul y jersey de cuello alto azul marino.
–Adela: Tú veías a Karl Lagerfeld, que iba siempre igual, o ves a Armani, con camiseta y pantalón negros, que debe tener un armario monocromático (risas). Aciertas sí o sí.
–Domingo: Es que el problema de los diseñadores es que estamos todo el día trabajando. Entonces ahora mismo tú sales a tomar algo y de repente aparece una clienta y claro, no puedes estar todos los días vestido como un primor (sonríe).
¿Creéis que la costura está valorada como realmente merece?
–Adela: Las técnicas de costura de toda la vida, que es lo que aquí se enseña, no.
–Domingo: Fíjate que el otro día había dos alumnas a las que sus madres les habían dicho exactamente lo mismo. Las dos fueron súper orgullosas con una prenda que se habían hecho y, al enseñársela a ellas, que también sabían coser, les dijeron, hija, qué bien te están enseñando.
–Susana: Sí, y venían las dos picadas, porque en vez de decirles qué bien te ha quedado les habían dicho qué bien te están enseñando (sonríe).
–Domingo: Les decimos que si no tienen paciencia aquí van a aprender a tenerla, porque nos gusta que las cosas salgan bien.
–Adela: Y cuando se plantean hacer una colección para un desfile lo primero que les dicen es que se les acabó la vida social.
–Susana: ¡Esa es la gran frase!
–Todos: (Risas).
Claro, desde fuera sólo vemos lo bonito…
–Susana: Eso es. Luego claro, si tienes un equipo enorme pues fenomenal pero si tú estás solo para hacerlo absolutamente todo es imposible.
–Domingo: Y las horas del día son las horas del día…
Pero como no hay ventanas aquí pues no sabéis si es de día o de noche… (risas)
–Adela: Por eso yo cuando entro siempre les informo si llueve o no (sonríe).
–Susana: Y hay veces que nos llamamos antes de venir…
–Domingo: Susana, ¿vas a ir? Porque si no vas tú, yo tampoco… (risas)
–Susana: Pero luego si nos preguntas si nos vemos haciendo otra cosa te diría que no, porque mi pasión es la costura. Fíjate que hasta cuando viajo fuera siempre tengo que ver el museo del traje, las tiendas de telas y todo lo que esté relacionado (sonríe).
–Domingo: Ah pues yo soy más de bares, perdóname que te diga. Y más ahora, a punto de cumplir los 50, donde esté un gintonic… (risas)
Bueno, pues empezamos ya con nuestra batería de preguntas…
–Susana: ¡Espero que no sean muy difíciles!
–Amaia: ¡A ver si váis a preguntarnos por la hipotenusa al cuadrado! (risas)
–No, hombre no… Empezamos por una facilita, un libro que nos recomendéis.
–Susana: ‘Una pasión vintage’, de Isabel Wolff. Trata de una chica que monta una tienda de prendas con historia y se encuentra un papel escrito en un abrigo que le hace investigar acerca de a quién perteneció esa prenda. Y sin hacer ‘spoiler’ ya aviso de que el final es de ‘kleenex’ (sonríe).
–Domingo: Yo recomendaría cualquier libro de ’Mundodisco’, de Terry Pratchett. El de ‘Brujas de viaje’, por ejemplo. Es un mundo de fantasía con guardias, brujas, magos… es totalmente de humor ácido y absurdo, te ríes un montón y no tienes por qué leerlos en orden, es lo bueno.
–Adela: Yo soy muy clásica, así que diría ’Lo que el viento se llevó’ (sonríe). Ha marcado mi vida, tanto el libro como la película. Luego leí la segunda parte, ‘Scarlett’, pero me gustó menos.
–Domingo: A mí sí me gustó…
–Amaia: Tengo uno que se llama ‘Candela’, de Juan del Val, que es de una mujer súper entrañable que tiene un bar, pero luego también tengo otro que me gustó mucho que es ’Ciudad revientacráneos’, Jeremy Robert Johnson, que no sabría explicar de qué va porque es muy disparatado, pero es pura fantasía. Me gustó muchísimo.
¿Y una recomendación musical?
–Adela: ’One moment in time’, de Whitney Houston
–Amaia: ’II’, de Moderat.
–Domingo: Pues yo ’25’, de Adele.
–Susana: ¡Buá, es que yo voy a quedar fatal!
–Amaia: ¿Bustamante?
–Adela: ¿O Camela?
–Susana: (Risas) Sí, yo uno de Camela o de Fangoria.
¿Algo que os gustaría hacer o aprender a hacer?
–Domingo: A mí me encantaría aprender astronomía y me veo jubilado en Menorca con una librería enorme, un mueble bar y un telescopio. (¿Quieres aprender astronomía? Ve a la página 11).
–Todos: (Risas).
–Adela: A mí me gustaría dedicar más tiempo, cuando lo tenga, a los animales. A perros, caballos, gallinas… Yo tengo una perrita que se llama Ura y además un perrito de acogida, de la asociación ‘A pasos’, que se llama Eki. Por cierto no es normal M.Class sin Ura en la puerta...
–Domingo: ¿Pero dónde está hoy?
–Adela: En casa les he dejado a los dos por no traerlos sólo para la entrevista…
Ah, es por eso he visto dos camitas al entrar al centro…
–Adela: Sí. Siempre está Ura y la otra camita es para quien esté..
–Susana: Yo también soy amante de los animales y tengo dos galgas que se llaman Alma y Pantxi.
–Amaia: Yo adopté una perrita hace unos meses, también por la asociación A pasos, y me encantaría pasar toda la vida con ella (sonríe). Se llama Harri. Y luego en mi tiempo libre monto a caballo. Empecé con diez años y he competido en doma clásica. Mi caballo se llama Calgary. Montar a caballo es la gran desconexión de mi vida. No puedo invertir mucho tiempo, pero si tuviese tiempo sería mi hobby principal.
¿Cuál es vuestro plan favorito en vuestro tiempo libre?
–Amaia: A mí me encanta ir al monte, al que sea, y luego irme a comer a cualquier restaurante.
–Adela: A mí ese plan me encanta. Yo creo que nadie se puede perder San Juan de Gaztelugatxe.
–Amaia: La última excursión que hicimos fue Santigurutxe, que es un paseíto con unas campas maravillosas, llegas a un mirador y ves todo el valle de Aramaio y subes y bajas en horita y media o dos horas, es muy sencillito. Y puedes comer en un restaurante de la zona
–Adela: O súbete a Armentia mismamente.
–Susana: Y pasarte por el restaurante de Eneko Atxa, que está allá arriba justo. Estuve una vez y es una experiencia maravillosa, me encantó. Es que a mí me encanta viajar y viajo poco y también hacer turismo gastronómico.
–Domingo: ¿Pero a ti no te gusta cocinar, no?
–Susana: ¡Qué va! Tengo paciencia para unas cosas, pero para cocinar no soy muy buena, aunque mi madre sí lo es y tiene un Instagram con más seguidores que yo y me pica mucho (risas).
–Domingo: Yo quiero visitar el hayedo mágico de la selva de Irati.
–Amaia: Que por cierto la película de Irati, de Paul Urkijo, si podéis ir a verla tenéis que ir porque es increíble.
–Domingo: Pues yo quiero ir al bosque de Irati y no me lleva nadie.
–Amaia: Vale, pues te llevamos a verlo
–Domingo: Sí, a ver cuándo, porque no sé conducir, no sé andar en bici, no sé montar a caballo…. no sé…
–Amaia: Hombre, pues igual tenemos que coger un par de alforjas y provisiones para tres días para poder ir en caballo (risas).
–Susana: A mí me gusta mucho ir a la playa de Algorta en invierno y callejear por este pueblo tan bonito y ya de paso visitar la tienda de telas de mi amigo Agus.
“Me encantaría vivir en una cabaña rodeada de animales y poder tener un pequeño taller”
Un sueño…
–Adela: Esa es muy fácil. Ir a París a ver un desfile de alta costura de Elie Saab o de Dior y a poder ser que desfile una alumna mía, por hacer un sueño completo (sonríe).
–Susana: ¡Qué guay! ¡Yo te acompañaría!
–Amaia: Pues yo, sinceramente, irme a tomar un marianito cuando acabemos (risas).
–Domingo: ¡Eso lo cumplimos!
–Todos: (Risas)
–Domingo: A mí me gustaría irme de prácticas a Chanel, en París, para ver cómo hacen todas sus prendas desde el inicio. Pero de prácticas, que es el que tiene que estar ahí dando el callo… No es que sea mi favorita, pero creo que mantienen las mejores técnicas de confección a fecha de hoy en alta costura.
–Adela: Solamente entrar en sus talleres tiene que ser magia…
–Susana: ¿Recuerdas, Adela, cuando fuimos juntas a ver la exposición de Thierry Mugler? Fue el año pasado en Semana Santa, en el Museo de Bellas Artes de París, y Adela y yo llegamos a llorar y todo por la emoción. Y en ese mismo museo, unos años antes, hubo uno de Dior y recuerdo nada más ver el primer vestido desde las escaleras de entrada no podía aguantarme las lágrimas (sonríe).
–Adela: Es que es historia de la moda. Ver colecciones de los años 70, 80, 90 que has visto en vídeo mil veces y encontrártelo así, en vivo, no decepciona porque es aún mejor.
–Amaia: A mí me encantaría tener una mini casita en el campo con animales y un pequeño taller de costura para trabajar y que milagrosamente te llegue dinero a la cuenta.
–Todos: (Risas).
“Con mi pareja, el diseñador José Carlos Herrera, monté M.Class hace 35 años”
¿Un capricho que os gustaría daros?
–Adela: Hombre, pues a mí me encantaría comprarme vestidos y zapatos de los mejores diseñadores.
–Susana: En su día, mi sueño era ir a París, pero ya lo he cumplido varias veces, así que me gustaría ir a Corea del Sur.
–Adela: Como le ha dado por ver series coreanas y visten divinos… (risas)
–Susana: Sí. Os recomiendo ver ‘Está bien no estar bien’, que es una serie de un psiquiátrico. Y de Corea me encantan sus estilismos, sobre todo los hombres, que se maquillan y visten muy bien. Son muy atrevidos. La comida no sé si me gustaría mucho, pero probaría todo.
Y para terminar, ¿quién os gustaría haber sido o en quién os gustaría reencarnaros?
–Domingo: A mí me gustaría tener 18 años de nuevo y volver a vivirlo todo.
–Adela: Yo si pudiera vivir en una época me encantaría vivir en los años 50, en Nueva York o París, porque me parece una época mágica.
–Susana: A mí me encantaría tener de amigo a Balenciaga y tomar un martini con él en un bar y llegar yo con mi falda de cancán, mis guantes, mi tocado….
–Amaia: Yo es que en otra vida quisiera ser yo misma, pero con dinero (risas). Pero bueno, a mí me gustaría conocer a Iris van Herpen para ver cómo hace sus diseños o ser veterinaria…
–Domingo: Bueno, pues ya que siempre me han dicho que tengo manos de pianista, he pensado que me gustaría ser pianista y vivir en los locos años 20, en Berlín, que fue el periodo de entreguerras, porque fue un centro neurálgico, de ebullición artística. ¡Pero eso sí, para ello tengo que aprender a tocar el piano primero! (risas).