Corren tiempos de incertidumbre económica y crisis del pequeño comercio local, pero cuando Juanjo Pintado, peluquero con treinta y tres años de experiencia a sus espaldas, descubrió que la emblemática peluquería Seniors de la calle Ricardo Buesa echaba la persiana, decidió lanzarse a una nueva aventura, espoleado por su suegro y colaborador, Manuel López.

Peluquero de la calle Ricardo Buesa de Vitoria. Josu Chavarri

El pasado viernes a las nueve en punto Seniors reabrió sus puertas, tras apenas un mes cerrada, con la idea de mantener la clientela fiel atesorada desde que echó a andar, en 1970, y atraer también a las nuevas generaciones.

“La mayoría de los peluqueros de Vitoria van jubilándose y se van perdiendo los negocios de toda la vida. Cuando me enteré de que la peluquería Seniors, que es como hablar en hostelería de El Portalón, iba a cerrar, pensé que no podía perder la ocasión de intentar que siga abierta. Se han dado las circunstancias y hemos llegado a un acuerdo”, señala Juanjo, que viene de “una familia muy arraigada en el mundo de las peluquerías de caballeros, de abuelos a padres y de padres a hijos”.

Peluquero de la calle Ricardo Buesa de Vitoria. Josu Chavarri

Su padre tenía una peluquería en Sansomendi, JJ Peluqueros, que hoy Juanjo mantiene abierta tras la jubilación de su progenitor, y entre este establecimiento y el hospital de Txagorritxu, donde ejerció la profesión durante varios años, se forjó en el oficio.

Eje comercial

Ahora, al ver que cerraba un establecimiento con tanta solera como Seniors, en una zona de la ciudad que se ha convertido en un eje comercial, de mucho tránsito de viandantes y con la parada del tranvía a apenas unos metros del local, Juanjo ha decidido emprender en la zona sin más dilación. “Las chicas con las que trabajaremos se incorporan el 1 de marzo, pero hay que abrir ya porque la peluquería lleva ya muchos días cerrada, y el caballero no es como la mujer, que se puede tirar tres meses sin ir a la peluquería. Lo retomaré yo poco a poco, también para presentarme a los clientes, para que me vayan conociendo en el barrio y en la ciudad”, asegura ilusionado.

Peluquero de la calle Ricardo Buesa de Vitoria. Josu Chavarri

Manuel, por su parte, destaca “el ímpetu de Juanjo para tomar la decisión de meterse en un negocio así, con empleados, gastos, cargas fiscales... Es muy atrevido”.

“Hace falta ímpetu para meterse en un negocio así, con cargas fiscales, empleados... Es atrevido”

Manuel López - Colaborador

Con ese arranque que subraya su colaborador, Juanjo se plantea consolidar a la clientela fiel de Seniors, pero también abrirse a nuevos públicos. “No voy a dejar de trabajar con una política tradicional, lo que funciona no lo quiero tocar, pero el público de esta peluquería está metido en años y por eso hay que darle una vuelta al local y a los servicios. Voy a abrir el abanico a ese perfil de gente que todavía no entra en estas peluquerías tradicionales, recuperar a la gente más joven”, afirma.

Lo hará, por ejemplo, presentando una línea de diferentes productos, más allá de “la gomina que antes se utilizaba para todo, porque ahora hay más posibilidades, adaptadas a cada persona y a cada cabello”.

Peluquero de la calle Ricardo Buesa de Vitoria. Josu Chavarri

Y lo hará en un momento en el que las barberías se han puesto de moda y la peluquerías de hombre proliferan como hacía años que no ocurría. Sin embargo, asegura Juanjo, en estos establecimientos “solo te hacen un tipo de corte, arraigado en los propios peluqueros, que son sudamericanos o del norte de África, con un perfil de cabello totalmente diferente al que trabajamos en España”.

“Voy a abrir el abanico a ese perfil de gente que no entra en las peluquerías tradicionales”

Juanjo Pintado - Peluquero

Su idea es encontrar un equilibrio entre lo nuevo y lo tradicional. “Los hombres somos de costumbres, así que le daremos pequeñas pinceladas a los cortes tradicionales, haremos degradados pero con el corte tradicional de la raya y el tupé, con un toque más canalla, con cortos más agresivos, buscando los contrastes”, concluye.

De padres a hijos

A Juanjo Pintado la vocación por la peluquería le viene en la sangre. Hijo y nieto de profesionales del gremio, lleva treinta tres años trabajando, tanto atendiendo a las necesidades capilares de los pacientes del hospital de Txagorritxu, como frente al espejo de JJ Peluqueros, el establecimiento que abrió su padre y que, tras la jubilación de este, regenta él mismo. Aunque ahora ha expandido su negocio a la calle Ricardo Buesa, el local de Sansomendi seguirá abierto. 

Vista de la calle Ricardo Buesa de Vitoria. Archivo DNA