Hace escasas fechas, la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez, anunció la creación de un dispositivo policial de cara a las fiestas de La Blanca. La medida llega motivada por la necesidad de atajar, entre otros, los delitos contra la libertad sexual durante los días del periplo festivo. “Compartimos esta preocupación. Está siendo una tendencia al alza en los últimos meses”, manifestó Gutiérrez en referencia a los datos de agresiones sexuales.

Asimismo, la concejala indicó que se trabajará codo con codo con el servicio de Igualdad para garantizar la seguridad y el respeto de todos los ciudadanos. “Las fiestas son para disfrutarlas, seas hombre o mujer”, señaló Gutiérrez.

Este servicio además volverá a poner el funcionamiento el stand de Igualdad, y que ya atrajo en los festejos a alrededor de 3.500 personas. “Queremos garantizar que en las fiestas no haya problemas de este tipo. Además, la acogida fue muy buena”, resaltó Gutiérrez. El dispositivo se centrará principalmente en los puntos más concurridos de la capital alavesa, como las txosnas, el Casco Viejo o el Ensanche, entre otros.

Espacios como parques o pasos subterráneos tendrán especial vigilancia para evitar cualquier tipo de agresión sexual. El dispositivo de seguridad arrancó con la celebración de la festividad de Santiago y se prolongará hasta el 10 de agosto. Unos festejos que vuelven a la normalidad tras dos años de pandemia y que muchos vitorianos ya cuentan los días para volver a disfrutar.

Lo que es una evidencia es que ya ha comenzado la cuenta atrás para el comienzo de las fiestas de la Virgen Blanca. Un periodo festivo anhelado y muy esperado por los gasteiztarras que recuperarán sus fiestas grandes tras dos años de sequía y sin poder conmemorarlas como es debido por la dichosa pandemia. Durante las últimas fechas se ha conocido la programación cultural que sirve para organizar con antelación la agenda de festejos del personal y los detalles del momento cumbre de la celebración: la bajada de Celedón y el txupinazo que abrirán en la tarde del próximo 4 de agosto los festejos en Vitoria.

La plaza de la Virgen Blanca volverá a cerrarse para impedir el acceso de vidrio entre los asistentes dentro del operativo de seguridad ya tradicional y acordado antes de la pandemia, en 2017. El objetivo es evitar las heridas y cortes provocados por botellas y envases rotos.

Por tal motivo, Policía Local y Ertzaintza establecerán 10 controles de entrada en las calles aledañas de Correría, Zapatería, Herrería, Diputación, Prado, Dato, Postas, Olaguíbel, Cuesta de San Francisco y plaza del General Loma. El mismo dispositivo puesto en práctica en 2019, el último año que la alegría de Celedón bajó del cielo. Esta medida se tomó en el seno de la Comisión de Coordinación policial entre el Ayuntamiento y el Gobierno Vasco que establece un contingente de más de un centenar de agentes para velar por la seguridad de uno de los eventos más masivos de la ciudad. No en vano, 35.000 personas se congregan para arrancar el jolgorio. Además de constatar que no se introduzcan botellas de cristal y envases de vidrio, también queda prohibido meter cualquier elemento que pueda suponer un peligro para la integridad de las personas como latas, carros de compra u objetos contundentes.

El Post-it

La experiencia es un grado. Las medidas orientadas a mejorar la seguridad de la concurrencia en el txupinazo, a tenor de experiencias pasadas, funcionan muy bien. Y como ejemplo un dato, en 2018 no se dio ninguna asistencia sanitaria por corte por vidrio cuando “lo habitual es que se registraran cerca de un centenar”. Los controles de acceso se iniciarán varias horas antes de la bajada del día 4 y finalizarán tras la ida a vísperas de la corporación municipal.