El Aritza ha abierto de nuevo sus puertas y los barrios de Arantzabela y Salburua ya tienen un nuevo punto de reunión para sus vecinos. A la seis de la tarde este mítico bar ha levantado la persiana tras haber estado más de tres años cerrado, con ilusión, nervios y muchas horas de trabajo detrás. Todo tras un inesperado contratiempo de última hora sufrido el pasado día 1, que les obligó a posponer la inauguración una semana, después de sufrir el reventón de una tubería.

Solventados los problemas, una barra llena de pintxos recibía este jueves por la tarde a los primeros clientes en su esperada inauguración.

Al frente, Enrique y Priscila, una pareja de Bilbao que con su familia numerosa y una larga experiencia en hostelería en Bizkaia emprenden una nueva aventura en Vitoria.

Y la acogida no ha podido ser mejor. Muchos vecinos se han acercado hasta el bar, situado entre Arantzabela y Salburua (concretamente, en la calle Heraclio Alfaro y muy cerca de la ikastola Arantzabela) para conocer la nueva oferta que se abre desde hoy en esta zona de la capital alavesa.

El objetivo está muy claro: quiere convertirse en un bar de referencia para vecinos y familias de Arantzabela y Salburua, abierto todos los días desde las ocho de la mañana para ofrecer desayunos completos con tostadas y tortillas de patata.

Pero su distintivo más destacable serán las cenas, con hamburguesas de calidad que prepara Enrique (además de trabajar en Osakidetza, lleva desde los 17 años detrás de una barra y en cocina), junto con bocadillos, platos combinados, patatas y excelentes raciones.

Un pedacito de Bilbao en Vitoria

Como novedad, la cerveza que ofrecerán en el bar. Porque Priscila y Enrique han decidido traerse un pedacito de Bilbao hasta Gasteiz. Venderán La Salve, una de las marcas de cerveza vizcaína más potente nacida en 1886. Hoy en día fabrican en Bolueta seis tipos de cerveza que se han convertido en auténticas referencias.

Sin olvidar que el Aritza contará con una amplia terraza a ambos lados para que los clientes puedan disfrutar del buen tiempo tomándose una cerveza y pidiendo un picoteo para cenar.

Desde el miércoles al domingo al mediodía la cocina estará a pleno funcionamiento para ofrecer varias opciones.

Los miércoles, por ejemplo, se podrá pedir un combo en el Aritza para cenar, que incluirá hamburguesa, patatas y bebida a un precio más reducido para animar a los clientes entre semana.

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Los jueves se sumarán al pintxopote que hay en el barrio. “Lo que haremos serán pintxos sencillos, sin que nos lleven mucha elaboración, pero no los cobraremos, irán incluidos en la bebida”, explica Priscila.

Y de jueves a domingo, las cenas serán el plato fuerte con Enrique en la cocina y Priscila atendiendo la barra y las mesas. El éxito parece asegurado para esta pareja de Bilbao que inicia una nueva aventura en Gasteiz.