Unidos por la búsqueda de una construcción más eficiente y sostenible se mostraron en sintonía los participantes de la primera mesa redonda ‘Construcción industrializada: buscando la sostenibilidad’. Julio Egusquiza, gerente de Loiola, la promotora inmobiliaria de Altuna y Uria, respaldó la tendencia de generar el menor impacto de huella de carbono, como una demanda cada vez mayor de la sociedad y el esfuerzo de la compañía vasca en conseguir viviendas cada vez más sostenibles. “Tener una passivhaus está muy bien pero debemos buscar la fórmula para que los clientes puedan optar a esas viviendas”, expuso.
En esta misma línea se situó la directora general de BUILD:INN, Marta Epelde, quien afirmó que la “construcción verde es ya una necesidad” y abogó por fomentar la colaboración público-privada. La función del clúster de la construcción de Euskadi, precisamente, es ayudar a las empresas de la industria a transitar por esta autopista hacia la digitalización, la innovación y las prácticas respetuosas con el medio ambiente, para que puedan seguir siendo compañías competitivas.

De colaboración entre empresas también habló Xabier Perez, responsable de negocio de Goierry Valley, aportando la experiencia de esta asociación guipuzcoana que se nutre de un amplio tejido industrial local y que lleva años enfocado a procesos, prácticas, tecnologías y elementos cada vez más sostenibles.
Hay convencimiento y tecnología por parte de muchos agentes de la construcción hacia un modelo más industrializado, pero aún persisten ciertas trabas en un sector tradicionalmente conservador, donde puede resultar difícil asumir estos procesos, tal como apuntó Fernando Oiza.

Para Egusquiza, la industrialización encaja tanto en el proceso como en las soluciones constructivas: “Se trata de un procedimiento complejo en el que participan muchos agentes y conseguir reducir los plazos es un gran reto, pero tenemos que trabajarlo”.


Según los expertos, la necesidad por la falta de mano de obra, la productividad (una alta demanda que cubrir) y la tecnología, son tres factores que se conjugan en la actualidad y reclaman un cambio en el modelo de producción, de ahí que ahora sea el momento para asumir este cambio tanto desde la formación de arquitectos como desde el día a día de las empresas. “Tenemos que ir todos de la mano”, afirmó el responsable de Goierri Valley.

Aprovechar las oportunidades de Euskadi
La construcción industrializada en CAPV y Navarra significa una oportunidad para crecer, dar respuesta social y equipararse a otros países europeos. Aunque para el arquitecto del COAVN, “el estado actual de la construcción industrializada está un poco verde” en nuestro entorno, el gerente de Loiola expuso que “existe demanda de vivienda” por lo que resulta necesario el proceso industrial para dar una mejor respuesta a los clientes. Asimismo, mostró su convencimiento de que Euskadi tiene muchas oportunidades para ofrecer soluciones constructivas y poder escalarlas.

Epelde, quien afirmó que es importante que la administración impulse este tipo de modelo, puso dos claros ejemplos: la realización de un conjunto de viviendas de VPO en Sopelana mediante este método; y recordó que el Pacto Social por la Vivienda de Euskadi establece que para 2036 una parte importante de las VPOs tendrán que incorporar sistemas de construcción industrializada.

Perez, por su parte, reclamó mayor apoyo por parte de las instituciones públicas, a veces muy complicado. “Hicimos un hospital para las Islas Mauricio con el sistema modular, que está funcionando perfectamente. Sin embargo, se lo ofrecimos a Osakidetza para la ampliación de alguno de sus hospitales y no lo tuvieron ni en cuenta”.
Una normativa muy rígida
Otro de los hándicaps con los que pelea diariamente el sector de la construcción es la normativa, una de las más rígidas y estrictas de Europa. “En construcción es difícil cambiar las cosas o innovar a causa de la normativa ya que hay mucha responsabilidad detrás y esto bloquea la evolución del sector”, explicó Fernando Oiza quien se mostró crítico con los largos procesos de la administración. “Puedes tardar un año para un edificio de viviendas colectivas, lo que acaba generando más costos que repercuten en el consumidor”. Desde el Clúster se remarcó que el Gobierno vasco trabaja con los Foros de Vivienda y se destacó que otro de los problemas con los que se encuentra la construcción industrializada es que no permite la financiación hipotecaria por parte privada.
¿Materiales reciclables?
El debate no podía pasar por alto un elemento imprescindible en cualquier obra; ¿cómo son los nuevos materiales que arman edificios? ¿Pueden reciclarse? Aunque necesiten una labor de prediseño más compleja para poder alargar su vida útil una vez se desmantela el edificio, los expertos señalaron otra opción a tener en cuenta. Sabiendo que el gran volumen de la construcción se trata de vivienda, se podría exigir cierta estandarización de las piezas lo que permitiría reutilizar muchos de estos materiales.

Aún así, las múltiples vidas de un material ya no representan una utopía en construcción; la construcción modular impulsada por Goierri Valley, por ejemplo, permite ensamblar estructuras en 3D directamente en su destino, y, cuando sea necesario, desmontar los módulos para reutilizarlos o integrarlos en nuevas edificaciones. Perfectas y prácticas para lugares que han sido arrasados por guerras o catástrofes naturales.