La sanidad privada ha cobrado peso en Euskadi y en Navarra en los últimos años. Factores como la saturación de los servicios públicos, como consecuencia de la pandemia, o el incremento de las listas de espera, han motivado un aumento en la contratación de mutuas en la red privada por parte de la ciudadanía.
Según Oseki, Iniciativa por el Derecho a la Salud, la proporción de personas con un seguro sanitario privado en Euskadi se situó en torno al 18% en 2020. Esta cifra variaba dependiendo del territorio histórico: en Bizkaia la estimación era del 26,6% (motivada por la fuerte presencia del grupo sanitario IMQ), del 15,3% en Araba y del 11,6% en Gipuzkoa.
Sin embargo, los datos sobre demanda de sanidad privada se incrementaron notablemente a lo largo del pasado año. En 2021, el porcentaje medio en Euskadi ascendió al 22% y la media de las primas, a los 700 euros por persona. En Navarra, esta proporción se situó en el 10% según datos de UNESPA, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, cifra muy alejada de otras Comunidades Autónomas como Madrid, por encima del 30%, pero que responde a una tendencia generalizada a nivel estatal.
Hospitales y camas de gestión privada
En Euskadi, el sector hospitalario privado representa el 27% de las camas y el 48% de los hospitales según datos de la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad), que aglutina al sector sanitario privado. La mayor concentración de camas se ubica en hospitales generales y de salud mental y tratamiento de toxicomanías. En Navarra, por su parte, el sector hospitalario privado representa el 40% de las camas y el 60% de los hospitales, concentrándose la mayor parte de las primeras en hospitales generales.
En cuanto al gasto sanitario en provisión privada, Euskadi alcanzó en 2020 el 25% del total (29% si tenemos en cuenta los conciertos sanitarios). En Navarra, este porcentaje fue del 32% (más un 5% en conciertos) frente al 68% de gasto público.
En cuanto a la evolución del gasto privado per cápita desde 2019 a 2021, éste muestra diferencias en ambos territorios: en Euskadi, una tendencia a la baja, pasando del 29% del total al 23%. En Navarra, sin embargo, se eleva del 25% al 26%.
El 22% de los vascos y el 10% de los navarros cuentan con un seguro de salud privado
Si revisamos los Presupuestos Generales de Euskadi de 2022, la partida que recoge la asistencia sanitaria con medios ajenos cuenta con un presupuesto de 220 millones de euros. El traslado de enfermos y los servicios prestados por centros sanitarios son las partidas más cuantiosas. En Navarra, la asistencia sanitaria con medios ajenos cuenta con un presupuesto de 79 millones de euros. El plan de atención de emergencia sanitaria y ambulancias representa el 23,4%, la partida más alta, le siguen la asistencia sanitaria para media estancia y los cuidados paliativos, que ocupan el 20,5% del presupuesto, así como la asistencia sanitaria con la Clínica Universidad de Navarra, responsable del 16,5%.
La nueva normalidad: de la urgencia de la Atención Primaria a la salud mental
No cabe duda que la covid-19 ha tensionado el sistema sanitario. Sin embargo, la capacidad de resiliencia de sus profesionales y el esfuerzo de las Administraciones ha permitido que este 2022 podamos hablar de "normalidad" tanto en Euskadi como en Navarra.
Pasada la sexta ola, en las primeras semanas del año, los hospitales vascos y navarros recuperaban su ritmo habitual ante una mejora de los datos de ocupación. El espacio dedicado a la covid-19 se reducía.
En Navarra se retomaba el servicio de hospitalización a domicilio para la zona norte o la actividad quirúrgica normalizada. Sin embargo, áreas como Atención Primaria, especialmente vapuleadas por la crisis sanitaria en ambos territorios, precisan aún de medidas urgentes incluso ante una evolución epidemiológica favorable.
También resulta acuciante el apoyo a los profesionales y servicios de salud mental por el impacto que la pandemia ha tenido sobre la población en este sentido. De hecho, según la II Encuesta sobre Salud y Empresa en Navarra, publicado por la Confederación Empresarial Navarra (CEN), esta se ha convertido en el segundo problema de salud de la región.
Para sortear la actual coyuntura y hacer frente a las dificultades que atraviesa el sistema sanitario (lista de espera quirúrgica, falta de profesionales sanitarios…), el Gobierno navarro apuesta por implantar la nueva estrategia europea de salud. Los cuatro ejes principales del programa UEproSalud (EU4HEALTH) 2021-2027 son: prevención de la salud, preparación ante crisis sanitarias, refuerzo de personal y digitalización del sistema de salud. Dicho plan cuenta con una dotación de 5.300 millones de euros de apoyo financiero a nivel europeo durante el período 2021-2027.