i ayer en este espacio incidíamos en la perentoria necesidad de acompañar las imprescindibles medidas paliativas del momento de crisis con iniciativas de calado más transformador y estructural, el plan de inversiones presentado ayer por Gobierno Vasco y diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se orienta en esa dirección. Es inevitable que la presión sobre los precios al consumo y su impacto en la demanda y en la competitividad vascas exija una respuesta que incida en lo coyuntural, rebajando el precio de las energías y tratando de romper el círculo vicioso que genera sobre la ciudadanía la pérdida de su poder adquisitivo y el cuestionamiento de la actividad de la que nacen sus medios de vida. No obstante, la sucesión de coyunturas de urgencia conlleva el riesgo de perder la perspectiva de las necesarias transformaciones estructurales que permitirán adaptar el potencial socioeconómico del país a los próximos retos. En situaciones como la vigente, la inversión pública es un activo contracíclico de la economía que redunda en la sostenibilidad de los mínimos equilibrios necesarios. Pero si algo permite que los 530 millones de euros anunciados ayer como inversiones se destinen al fin más rentable es la planificación previa que se hizo en el Plan de Recuperación y Resiliencia -Euskadi Next- que ya sirvió para identificar los campos sobre los que incidir en línea con la evolución del entorno y la sostenibilidad del desarrollo. Posteriormente, esas prioridades fueron a su vez respaldadas por la estrategia compartida en la Unión Europea. Así, quedaron configurados los ejes de la salud y el cuidado de las personas; la continua formación del capital humano del país; las energías renovables -con el hidrógeno como factor de futuro en Euskadi- ; la movilidad; la sostenibilidad que aporta la economía circular; la digitalización así como el entorno urbano y el natural como factores de desarrollo. El valor de este compromiso es su persistencia con independencia del momento. Es lo que convierte a los cambios aportados por las inversiones públicas en estructurales. El retraso en el acceso a los fondos de la UE para esta transformación del tejido económico tiene un impacto pero el compromiso público con ellos al margen de esa inyección permitirá que no se ralentice el proceso y que, por el contrario, se acelere en el momento en que la administración del Estado sea capaz de hacer sus deberes y fluya el respaldo europeo.