En todo hogar, el lavavajillas es un elemento fundamental en el día a día. Nos ayuda a ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo a partes iguales. Como resultado, los cubiertos y los platos salen relucientes. Aun así, también hay que dejar en buenas condiciones este electrodoméstico para alargar su vida útil y que siga siendo tan efectivo como siempre. 

De no hacerlo, puede empezar a tener problemas técnicos y hasta acumular bacterias. Es por eso que dejarlo brillante y fijarse muy bien en los restos de suciedad que se generan cobra más importancia que nunca. 

Limpieza en profundidad

Para una limpieza efectiva, la creadora de contenido María Fernández, conocida como @marianordichouse, apuesta por un truco muy eficaz para dejar este electrodoméstico impoluto sin realizar mucho esfuerzo. 

Cuando el lavavajillas huela mal o empiece a estropearse, el primer paso es desmontar y lavar partes como la rejilla, el filtro y las aspas. Es ahí donde se concentra grasa y comida, afectando al rendimiento del aparato. Para ello, es mejor usar agua caliente y jabón específico, frotando con un estropajo suave. 

Asimismo, la suciedad se apila en rincones interiores y en la puerta del lavavajillas. En este caso, nada como echar vinagre blanco en estas zonas, frotar con un trapo y más tarde enjuagar con mucha agua caliente.

Del mismo modo, añadir una taza de bicarbonato de sodio en el fondo del lavavajillas, junto con vinagre blanco, es de gran ayuda. Y si se pone en marcha un ciclo corto con agua caliente, se neutraliza toda la suciedad de forma natural.

Detalles que marcan la diferencia

Después de haber limpiado el interior, hay que reponer el depósito de sal, clave para evitar la cal que se acumula dentro, al igual que el abrillantador. También hay que dejar un ambientador muy específico para que se extienda un aroma fresco. 

Todo este proceso se debe repetir, al menos, cada dos meses, para que el electrodoméstico se mantenga en perfecto estado. De todas formas, si se usa muy seguido, es mejor hacerlo una vez al mes, para que continúe con su buen funcionamiento.

Hombre coloca platos y tazas en el lavavajillas Freepik

Otros consejos para un lavavajillas impecable

Más allá de este proceso compartido por @marianordichouse, hay otros métodos igual de útiles para que el lavavajillas esté en buen estado. 

Uno de ellos es dejar la puerta entreabierta tras cada lavado y que así el moho y la humedad no hagan acto de presencia. Y, por supuesto, mirar de vez en cuando los compartimentos del detergente, pues suelen acumularse residuos pegajosos que son muy molestos. 

Dejar limpias las gomas del cierre de la puerta con un trapo húmedo y algo de vinagre es otra recomendación a tener en cuenta, pues se manchan con mucha facilidad. Las boquillas de las pasas también hay que mirarlas, porque pueden bloquearse por el exceso de comida. 

Y, por último, nunca hay que sobrecargar el lavavajillas. Para ello, hay que dejar los utensilios bien colocados, de forma ordenada, y con espacio suficiente para que el agua haga efecto y circule con fluidez, mejorando la limpieza y evitando el desgaste.