Mujeres en la industria vasca: "Cuando le pones el apellido industrial se llena de hombres"
El Gobierno vasco quiere atraer mujeres a la industria a través de uno de sus 20 “proyectos transformadores”. Tres mujeres ingenieras hablan de su experiencia en sectores masculinizados
La exconsejera Arantxa Tapia solía quejarse en foros empresariales, rodeada de hombres, de la poca presencia de la mujer en la industria. Y alertaba sobre algo que le preocupaba especialmente: la todavía escasa representación femenina en estas ramas de estudios. Lo cierto es que, si miramos los datos, los avances se quedan cortos: todavía no llegan ni al 30% en las carreras de ingeniería, son el 12% en los ciclos industriales de Formación Profesional (FP) y apenas representan el 21% de la fuerza laboral el sector industrial. Y en estos tiempos en los que se habla tanto de falta de talento y de competitividad de las empresas, conviene recordar lo que ya dijo en 2019 la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO): “La igualdad de género ya no es solo una cuestión de derechos humanos, sino un tema fundamental para asegurar la competitividad y la recuperación económica”.
En el recién presentado Plan de Industria -todavía es un borrador sujeto a aportaciones de partidos y agentes sociales-, el Gobierno vasco contempla 20 proyectos que serán sus principales apuestas para esta legislatura en la materia. Y uno de ellos, precisamente, tiene como objetivo atraer a las mujeres a la industria. Para ello se creará en 2026 un programa público-privado enfocado en identificar sectores económicos altamente feminizados y facilitar desde ahí el trasvase al sector industrial. Este programa incluirá una campaña para promocionar las condiciones laborales en la industria y para visibilizar los logros alcanzados por las mujeres en áreas técnicas. En definitiva, crear referentes, una carencia identificada como una de las causas de esta desproporción.
“Yo creo que hay mucho desconocimiento sobre el trabajo que realiza una ingeniera”
También se organizarán jornadas de puertas abiertas en las empresas, se facilitará la reconversión profesional y se lanzará un programa de becas dirigido a mujeres interesadas en cursar estudios de FP relacionados con la tecnología y la industria.
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Sectores masculinizados
Justo este lunes se conmemora el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería y, aprovechando la ocasión, tres tituladas universitarias hablan sobre unos sectores todavía muy masculinizados en los que se han abierto camino y animan a otras mujeres a eliminar las barreras mentales y sociales para seguir sus pasos. La más veterana, Marisa Iglesias, es ingeniera de caminos, canales y puertos. Lleva 15 años trabajando en la construcción y es jefa de obra en Altuna y Uria. En su sector, solo el 8% son mujeres y, si bajamos a pie de obra, la representación baja al 1%.
"Nosotras nos quedamos más estancadas en puestos intermedios"
El consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, no se cansa tampoco de decir que se necesita atraer a las mujeres a la construcción. Y para ello la transformación que está viviendo el sector hacia procesos más industrializados puede ser una oportunidad. “Con la industrialización, la digitalización, se van a incorporar nuevas labores que pueden resultar más atractivas. No estar a pie de obra, por ejemplo, puede resultar más atractivo”, reconoce Marisa, quien a pesar de los avances destaca un reto importante: “A partir de ciertos cargos, parece que los hombres lo tienen más fácil, nosotras nos quedamos más estancadas en puestos intermedios”. Algo en lo que Altuna y Uria van a contracorriente, ya que la mitad de sus cargos directivos son mujeres.
"Cuando nos cruzamos nos sonreímos con complicidad"
Podría decirse que Abigail Palacio y Ane Sainz de la Maza pertenecen a esa nueva generación de mujeres ingenieras. Tienen 33 y 24 años respectivamente y perciben avances, aunque a veces parezcan lentos. “Hace ocho años apenas éramos mujeres, ahora están entrando más chicas jóvenes. Cuando nos cruzamos nos sonreímos con complicidad. Es que todavía somos tres mujeres en mantenimiento y producción en un equipo de 100 personas”, apunta Abigail, que trabaja en Tubos Reunidos. Ella estudió Ingeniería Química Superior y reconoce que en su carrera había más mujeres que en Ingeniería Industrial. “Claro, dependiendo de la rama hay más mujeres estudiando o menos. Parece que cuando le pones el apellido industrial se llena de hombres”, destaca.
"Yo animaría a las mujeres a mirar a la industria y que desde la educación se impulse"
Ane estudió precisamente ingeniería industrial y asegura que las mujeres “éramos como mucho un tercio”. “Varía en función de la ingeniería. Cuando el trabajo se percibe como más técnico, como electrónica o mecánica, por ejemplo, la mayoría masculina se nota”, asegura. Esta joven ingeniera, que ha entrado recientemente en Tecnalia con una beca para realizar el doctorado –centrado en sistemas de almacenamiento electroquímico (baterías)–, anima a las mujeres a acercarse a la profesión y cree que una de las principales barreras es el desconocimiento.
“¿Muchas veces me preguntan, ¿qué hace una ingeniera? Es una profesión tan amplia y con tantas ramas que al final la gente no sabe realmente en qué consiste. Asocia la ingeniería a un tema de máquinas y motores, e igual eso puede no resultar atractivo para muchas personas. Pero la ingeniería es mucho más que eso. Creo que, lamentablemente, hay mucho desconocimiento”, concluye.
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