El Gobierno vasco ha dado a conocer este miércoles el esperado plan de industria que busca hacer frente al momento crítico que atraviesa el sector, arrastrado por la incertidumbre mundial, la pérdida de competitividad europea frente a China y Estados Unidos y las grandes transformaciones. “Este plan no obedece a una coyuntura, sino a un escenario de inestabilidad e incertidumbre que parece haber llegado para quedarse. Y responde a una certeza concreta: nuestro futuro pasa, sin lugar a duda, por la industria y por Europa”, ha explicado el lehendakari, Imanol Pradales, en un acto con pompa en la planta de Arteche en Mungia, rodeado de clústers y empresas vascas y en presencia de parte de su gabinete: la portavoz, María Ubarretxena; el consejero de Industria, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Mikel Jauregi; de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou; de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, y de Seguridad, Bingen Zupiria.
El objetivo principal de este plan a cinco años es movilizar 16.000 millones de euros de inversión público-privada. Para ello, el Gobierno vasco aportará 3.900 millones con los que espera traccionar otros 12.000 millones desde el sector privado. Todo ello según la regla tres a uno del Informe Draghi, la biblia europea para la reindustrialización del continente. Uno de los principales pilares de este plan de inversiones será la Alianza Financiera Vasca, que aportará 1.200 millones de euros –1.000 millones de euros de endeudamiento adicional ya aprobados y otros 200 millones de Finkatuz–. Además, el departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad aportará 2.100 millones y los restantes 600 millones vendrán fundamentalmente de Ciencia, Universidades e Innovación.
“Este plan es transversal, no es solo de un departamento, sino del Gobierno, y con vuestra ayuda (a las empresas) será de país”, apuntó Jauregi a los asistentes, destacando la necesidad de esta colaboración público-privada para hacer frente a los retos actuales. Modelo Talgo, que diría el consejero. Es decir, capital público y privado con fines industriales. Según Jauregi, el sector ha sufrido en otros periodos “momentos más difíciles con grandes reconversiones y un alto nivel de desempleo, pero nunca ha tenido tantos frentes abiertos con unas coordenadas geopolíticas y comerciales tan cambiantes”. La transformación digital y la transición energética suponen desafíos de calado que ya están poniendo en riesgo proyectos industriales. No hay más que ver lo que ocurre con la falta de redes eléctricas. A lo que se suma, además, una situación de inestabilidad mundial, que en estos momento viene principalmente de Estados Unidos y su guerra arancelaria.
Ante este escenario de riesgo, la intención del Gobierno vasco es que la industria siga manteniendo su peso en la economía vasca; actualmente, aporta el 24% del PIB y, si esto se extiende a sus servicios anexos, alcanza el 40%. De ahí también la insistencia en los últimos tiempos de pedir un aumento de potencia eléctrica para que las empresas vascas puedan hacer frente a la descarbonización.
“Nuestras industrias, en particular las que enfrentan altos precios de la energía y una feroz competencia mundial, enfrentan desafíos existenciales. Corremos el riesgo de ser superados por otras grandes potencias en términos de crecimiento de la productividad. Esto requiere una acción urgente”, ha apuntado tajante el lehendakari. Es por ello, según ha explicado, que el plan pone el foco en dos retos importantes: por un lado, en las industrias de alto consumo de energía que requieren apoyo urgente para descarbonizarse y electrificarse; y, por otro, en el sector de las tecnologías limpias, que “están en el corazón de la competitividad futura”. Competitividad y descarbonización, dos conceptos entrelazados y fundamentales.
Incremento del 50% y desburocratización
La inversión anunciada supone incrementar en un 50% los recursos públicos destinados al impulso del tejido industrial. El Gobierno vasco ha establecido 20 “proyectos transformadores” a los que dirigir las inversiones, la mitad de ellos liderados por el sector público y la otra mitad por el privado. Y se ha marcado 15 prioridades, entre las que destacan el arraigo empresarial, la atracción de inversión extranjera, el desarrollo de nuevo talento, la atracción de mujeres a la industria, la descarbonización, el incremento del tamaño de las pymes y el impulso de la IA.
Todavía falta conocer muchos detalles, como las entidades que pueden aportar su capital o el destino concreto de todos estos recursos, pero el Gobierno vasco ha dado a conocer ocho de estos proyectos, entre los que se incluye, por ejemplo, el lanzamiento de una campaña para favorecer la inclusión de la mujer en la industria, una reserva estratégica de suelo industrial, el impulso al sector aeronáutico con el uso de combustibles sostenibles o la creación de un centro de soluciones avanzadas en robótica. La iniciativa se apoya, además, en el programa de ciencia y tecnología, ya que ambas van en paralelo porque “no hay desarrollo industrial sin capitalización tecnológica”.
Proyectos
Criterios ESG. Se desarrollará para 2026 un sistema de evaluación para que las pymes vascas puedan demostrar que son sostenibles y ganar competitividad.
Robótica. Creación en 2027 de un espacio de testeo y validación de soluciones robóticas avanzadas.
Red eléctrica. Creación de una alianza empresarial en 2026 para el desarrollo de equipamiento de última generación que permita modernizar la red eléctrica.
Descarbonización. Desarrollo de infraestructuras para descarbonizar la industria para 3032.
Reserva de suelo. Incorporación para 2028 de nuevo terreno para parques tecnológicos.
Aviación. Desarrollo de motores y tecnologías para aviones que usen combustibles sostenibles en 2026.
El plan apuesta de forma decidida por la especialización en sectores industriales de futuro como el aeroespacial, biosanitario, tecnológico digital, redes eléctricas inteligentes, combustibles renovables, automoción, movilidad sostenible, fabricación avanzada, energía y metalurgia. Y, como novedad, busca reducir en un 30% los plazos de aprobación de nuevas inversiones industriales, respondiendo así al debate creado en Europa sobre la necesidad de reducir los tiempos para ser más competitivos.
“Europa no puede quedarse fuera de juego en la competición tecnológica e industrial a nivel global. Euskadi puede y debe ser protagonista de la reindustrialización europea gracias a nuestras fortalezas tecnológicas e industriales”, ha defendido Jauregi. La hoja de ruta presentada este miércoles debe ser ahora aprobada en Consejo de Gobierno y después comenzará su tramitación en el Parlamento.