En marzo de 2024 la empresa alavesa Tubos Reunidos comenzó a aplicar un nuevo ERTE en las fábricas de Trapagaran y Amurrio.
Una situación que parece afectará también la planta de Nanclares.
Tal y como han explicado portavoces del comité a DNA, en una reunión que han mantenido este miércoles 28 de agosto con la dirección, la empresa les ha trasladado que "para el 7 de octubre más o menos cree que podría meternos a un ERTE".
Una medida que afectaría a 73 trabajadores de Nanclares, una plantilla que se encuentra en plena huelga indefinida desde este lunes con un amplio seguimiento del 80% de mano directa.
Portavoces del comité explican que la dirección les ha trasladado que "estamos sin pedidos, y que la huelga ha provocado que uno de los pocos pedidos que teníamos ahora bajara la cantidad de producción contratada de un mes de trabajo a dos semanas".
Tras secundar en julio otras tres semanas de huelga y con la negociación estancada entre dirección y comité, los trabajadores han decidido (tras la vuelta de las vacaciones de agosto cuando la empresa ha estado cerrada) continuar con las protestas desde este 26 de agosto por un convenio propio.
Una huelga que comenzó en la factoría de Nanclares (en el polígono industrial de Subillabide) el pasado 15 de julio para negociar el que sería su primer convenio propio de empresa.
Reunión en el Preco el martes 3 de septiembre
El próximo contacto entre dirección y comité será la semana que viene.
Los representantes de los trabajadores han convocado a la empresa a una reunión en el Preco el martes 3 de septiembre, "donde le llevaremos una propuesta para un acuerdo de fin de huelga".
Desde el comité (ELA 2, CCOO 2, UGT 1) vuelven a recordar que la plantilla de Nanclares exige superar el pacto de empresa y tener un convenio propio que garantice el poder adquisitivo con subidas que aseguren como mínimo el IPC, bajar la jornada laboral, además de aumentos en los pluses.
Quieren su propio convenio
Los 73 trabajadores de la factoría Tubos Reunidos de Nanclares, una de las grandes firmas siderúrgicas vascas, se dedican a la fabricación de uniones y mecanizado de tubos de acero sin soldadura para la extracción de petróleo y gas.
En 2023 se acabó la vigencia del anterior pacto de empresa, y a comienzos de este año se iniciaron las negociaciones.
"El comité ya ha trasladado que la plantilla quiere dejar a un lado el pacto de empresa, un acuerdo que la dirección decide en cada momento aplicar o no según las circunstancias, y tener su propio convenio, tal y como ocurre en el resto de fábricas del grupo", explican delegados sindicales a DNA.
En este sentido, aseguran que "hay que mejorar las condiciones de trabajo y la compañía tiene capacidad suficiente para ello".
La fábrica de Nanclares cuenta con una superficie construida de 15.000 metros cuadrados, en la que se han invertido 30 millones de euros.
Una instalación que está dotada de una sofisticada tecnología y, cuando opera a plena capacidad, puede procesar y roscar 30.000 toneladas de tubo anuales que se venden a nivel mundial.
El grupo, un referente en el sector siderometalúrgico, tiene cuatro plantas en Euskadi y Navarra, dos de ellas en Álava, desde las que fabrican y proveen tubería de acero sin soldadura y servicios para aplicaciones en la industria energética e industrial.
Sin datos mensuales de la producción
Cabe recordar que la huelga de tres semanas de julio se vio salpicada con denuncias ante la Inspección de Trabajo por parte del comité porque "la empresa estaba vulnerando el derecho a la huelga de la plantilla ya que estaba sustituyendo con mandos intermedios a trabajadores en huelga".
En julio una inspectora visitó la factoría ubicada en el polígono de Subillabide para hacer las comprobaciones necesarias.
En este sentido, delegados del comité de Nanclares han explicado a DNA que "la empresa ha decidido que no nos va a dar los datos mensuales de producción, como suelen hacer siempre, ya que hemos denunciado a Inspección y esos datos se los va a dar a ellos".