Este lunes los trabajadores de una de las fábricas de Tubos Reunidos en Álava inician su segunda semana de huelga.
Una huelga que comenzó en la factoría de Nanclares (en el polígono de Subillabide) el pasado 15 de julio para negociar el que sería su primer convenio propio de empresa.
Con la negociación estancada entre dirección y comité, una amplia mayoría de la plantilla, en torno al 90%, secunda una huelga de tres semanas que ha sido convocada de momento hasta el 2 de agosto.
"Todo se alargará y dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones", explican delegados del comité.
Apoyo total del comité de Amurrio
Este mismo lunes más del 80% la plantilla se ha concentrado durante tres horas frente a la acería que el grupo Tubos Reunidos tiene en Amurrio para exigir superar el pacto de empresa y tener un convenio propio que garantice el poder adquisitivo de los trabajadores con subidas que aseguren como mínimo el IPC, bajar la jornada laboral, además de aumentos en los pluses.
Desde el comité (ELA 2, CCOO 2, UGT 1) han explicado que "la concentración ha sido todo un éxito ya que hemos acudido más del 80% de la plantilla, con el apoyo total del comité de Amurrio", la localidad donde se ubica el centro neurálgico de la compañía alavesa de tubos.
En contacto continuo con la Inspección de Trabajo
Una huelga de tres semanas que se ha visto salpicada con denuncias ante la Inspección de Trabajo por parte del comité porque "la empresa está vulnerando el derecho a la huelga de la plantilla ya que está sustituyendo con mandos intermedios a trabajadores en huelga".
La semana pasada, tras la denuncia y en presencia de delegados del comité, una inspectora visitó la factoría ubicada en el polígono de Subillabide para hacer las comprobaciones necesarias.
"Hoy lunes continuamos en contacto con Inspección de Trabajo ya que hemos observado que siguen cubriendo los puestos con mandos intermedios, y así se lo hemos comunicado a la inspectora", han apuntado a DNA delegados del comité de Nanclares.
El grupo, un referente en el sector siderometalúrgico, tiene cuatro plantas en Euskadi y Navarra, dos de ellas en Álava, desde las que fabrican y proveen tubería de acero sin soldadura y servicios para aplicaciones en la industria energética e industrial.
Los 73 trabajadores de la factoría Tubos Reunidos de Nanclares se dedican a la fabricación de uniones y mecanizado de tubos de acero sin soldadura para la extracción de petróleo y gas.
Quieren su propio convenio
En 2023 se acabó la vigencia del anterior pacto de empresa, y a comienzos de este año se iniciaron las negociaciones.
"El comité ya ha trasladado que la plantilla quiere dejar a un lado el pacto de empresa, un acuerdo que la dirección decide en cada momento aplicar o no según las circunstancias, y tener su propio convenio, como ocurre en el resto de fábricas del grupo", explican delegados sindicales a DNA.
En este sentido, aseguran que "hay que mejorar las condiciones de trabajo y la compañía tiene capacidad suficiente para ello".
La fábrica de Nanclares cuenta con una superficie construida de 15.000 metros cuadrados, en la que se han invertido 30 millones de euros.
Una instalación que está dotada de una sofisticada tecnología y, cuando opera a plena capacidad, puede procesar y roscar 30.000 toneladas de tubo anuales que se venden a nivel mundial.