Con la negociación estancada entre la empresa y sindicatos, una amplia mayoría de la plantilla, en torno al 90%, secunda una huelga en Álava de tres semanas desde el pasado lunes, 15 de julio.
En una fábrica que acaba de ser denunciada ante Inspección de Trabajo por "vulnerar el derecho a la huelga de la plantilla ya que está sustituyendo con mandos intermedios a trabajadores en huelga", tal y como explican desde el comité.
Esta misma semana, tras la denuncia y en presencia de delegados del comité (ELA 2, CCOO 2, UGT 1), un inspector visitó la factoría ubicada en el polígono de Subillabide de Nanclares para hacer las comprobaciones necesarias.
La mayoría de los más de 70 trabajadores de Tubos Reunidos Premium están secundando las protestas, en principio, hasta el próximo 2 de agosto.
"Todo se alargará y dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones", explican delegados del comité a DNA.
Hasta el momento, dichas negociaciones para superar el pacto de empresa y firmar un convenio propio están bloqueadas.
Este mismo lunes, 22 de julio, la plantilla tiene previsto concentrarse frente la planta que el grupo Tubos Reunidos tiene en Amurrio para exigir superar el pacto de empresa y tener su propio convenio colectivo que garantice el poder adquisitivo de los trabajadores con subidas que aseguren como mínimo el IPC, bajar la jornada laboral, además de aumentos en los pluses.
El grupo, un referente en el sector siderometalúrgico, tiene cuatro plantas en Euskadi y Navarra, dos de ellas en Álava, desde las que fabrican y proveen tubería de acero sin soldadura y servicios para aplicaciones en la industria energética e industrial.
Los 73 trabajadores de la factoría Tubos Reunidos de Nanclares (en marcha desde 2016) se dedican a la fabricación de uniones y mecanizado de tubos de acero sin soldadura para la extracción de petróleo y gas.
"Queremos un convenio propio"
En 2023 se acabó la vigencia del anterior pacto de empresa. A comienzo de este año se iniciaron las negociaciones.
"El comité ya ha trasladado que la plantilla quiere dejar a un lado el pacto de empresa, un acuerdo que la dirección decide en cada momento aplicar o no según las circunstancias, y tener su propio convenio, como ocurre en el resto de fábricas del grupo", explican delegados sindicales a DNA.
En este sentido, aseguran que "hay que mejorar las condiciones de trabajo y la compañía tiene capacidad suficiente para ello".
La fábrica de Nanclares cuenta con una superficie construida de 15.000 metros cuadrados, en la que se han invertido 30 millones de euros.
Una instalación que está dotada de una sofisticada tecnología y, cuando opera a plena capacidad, puede procesar y roscar 30.000 toneladas de tubo anuales que se venden a nivel mundial.
Diferencia entre pacto y convenio de empresa
Los acuerdos o pactos de empresa vienen regulados en el artículo 83 del Estatuto de los Trabajadores.
Este precepto recoge la posibilidad de que los delegados del comité y la empresa puedan elaborar acuerdos sobre materias concretas.
Pero la legislación no establece una regulación especifica sobre dichos acuerdos de empresa, por lo que no hay un procedimiento especial de negociación ni tampoco se exige que consten publicados en ningún boletín oficial.
Sin embargo, con la firma de un convenio propio la plantilla se asegura la aplicación de los puntos negociados al estar recogido por ley.