Siete semanas de huelga que han llegado a su fin con un mensaje claro: "lortu dugu".

Desde el pasado 15 de enero, cuando la plantilla tomó la decisión y desde entonces han hecho visible su reivindicación en las calles de Vitoria.

Una pequeña plantilla que acababa de entrar en su octava semana de protestas y paros hasta que este martes, 5 de marzo, han logrado un acuerdo, y desde el miércoles vuelven a sus puestos de trabajo (incluida una firma del pacto en el Preco).

Hablamos de apenas una docena de trabajadores que llevaban de huelga desde el 15 de enero. Y es que aunque pueda sorprender a más de uno, son una docena de operarios los que se encargan en Álava de uno de los servicios de mantenimiento más necesarios.

Un trabajo que a la vez es uno de los más invisibles; eso sí, hasta que una inundación o una riada del Zadorra convierte las calles de localidades alavesas en auténticos ríos y provoca el enfado y la desesperación, por ejemplo, de vecinos de Villodas o Trespuentes.

Son los trabajadores de la UTE Mediterraneoko Ibaiak 2021, la subcontrata de la Agencia Vasca del Agua URA encargada del mantenimiento de los ríos alaveses que desembocan en el Ebro.

Mejoras en salarios y jornada

Al incremento salarial logrado y la reducción de jornada (una media de 25 horas anuales) en un pacto a cuatro años, han conseguido que la empresa que se haga con el nuevo contrato a partir de enero de 2025, cuando URA saqué la licitación del servicio, tenga que asumir en los pliegos las nuevas condiciones laborales firmadas.

De este modo, el acuerdo, que entrará en vigor una vez se adjudique la nueva licitación, contiene principalmente las siguientes mejoras:

  • Subida salarial del 48% en la vigencia del pliego.
  • Reducción de 111 horas de jornada laboral anual durante los 4 años del pliego.
  • Mejora en el cobro del plus de la antigüedad.
  • Cláusula de inaplicación.

En opinión de la plantilla, "se ha dado un paso muy grande en la homologación de las condiciones económicas respecto a la plantilla de Gipuzkoa dada la discriminación salarial que existía".

De un mes a la huelga indefinida

Lo que habían planteado como una huelga de un mes (hasta el 15 de febrero), finalmente se convirtió en algo más potente y de larga duración.

Porque tal y como adelantaron a DNA, realizaron los trámites para convertirla en una huelga indefinida, sin una respuesta por parte de la empresa.

Junto a la huelga han realizado numerosas protestas y concentraciones frente a las oficinas de URA en Vitoria, en Portal de Gamarra, para denunciar su precaria situación laboral.

"Somos una pequeña plantilla que trabaja en el campo, en el entorno rural a la intemperie haga frío o calor, con un sobreesfuerzo y carga de trabajo que cada vez es mayor, y con un incumplimiento por parte de la empresa en temas de seguridad laboral", explicaba Javier, trabajador y el único delegado sindical por ELA.

Además, recordaba que la plantilla realiza toda su jornada laboral en la calle, sin aseos, en zanjas, ríos, obras, etc.

Otra huelga de cinco meses

No es la primera vez que llevan a cabo protestas. Ya en el año 2021 vivieron una situación muy complicada al secundar cinco meses de huelga.

"Nos regimos por el Convenio estatal de Jardinería, una situación absurda porque ni somos jardineros ni realizamos esas tareas. El convenio de aplicación no es el correcto, y además es un pacto de mínimos que provoca que en algunos casos los salarios no superen los 1.500 euros mensuales en Álava. Con lo que la diferencia con los compañeros del resto de Euskadi que trabajan bajo un convenio provincial es abismal, de más de 10.000 euros brutos anuales".

Dos situaciones insostenibles

La plantilla denunciaba dos situaciones insostenibles. Por un lado, los 11 trabajadores de Álava (una plantilla muy corta que se ha ido reduciendo con los años) están asumiendo tareas que les marca URA "que se salen y se alejan de sus cometidos habituales" de mantener los ríos y sus márgenes en las mejores condiciones posibles para evitar inundaciones, retirando material que obstaculice el cauce o realizando plantaciones o tala de árboles.

"Estamos asumiendo también algunas obras de construcción y otras labores que antes no realizábamos", señala el portavoz de la plantilla.

Por otro lado, denunciaban incumplimientos por parte de la empresa de medidas de seguridad laboral.

"Una trabajadora ha estado de baja porque perdió una falange en un accidente mientras hacíamos una obra en los márgenes del río en Maeztu, y hemos tenido que acudir a la Inspección de Trabajo para denunciar".