Una reunión urgente a las 15.00 horas de este jueves. Es la comunicación por parte de la empresa que han recibido esta mañana unos trabajadores de Vitoria que están en huelga desde el pasado 15 de enero.
Tras 11 días de protestas, la plantilla recibía con cierta expectación este aviso, al ser la primera reunión con la dirección desde que comenzaron la huelga.
Pero lo que se preveía por la parte social como un primer paso en una vía de comunicación entre la dirección y la plantilla, ha resultado todo lo contrario, "viviendo una situación inesperada y surrealista".
Tal y como han denunciado a DNA trabajadores de la UTE Mediterraneoko Ibaiak 2021, la subcontrata de la Agencia Vasca del Agua URA encargada del mantenimiento de los ríos alaveses que desembocan en el Ebro, “la reunión ha durado escasos 20 segundos”, lo que ha provocado sorpresa, indignación y enfado en la plantilla.
“Varias faltas de respeto”
Javier, trabajador y el único delegado sindical por ELA, ha señalado que “desde que ha comenzado la reunión han sido varias las faltas de respeto hacia la representación social. Y ha sido la propia empresa la que ha dado por terminada la reunión tras reprocharles nosotros esa falta de educación”.
Ante esta situación, la plantilla continuará con la huelga inicialmente prevista para un mes.
Otra huelga de cinco meses
No es la primera vez que llevan a cabo protestas. Ya en el año 2021 vivieron una situación muy complicada al secundar cinco meses de huelga. Hablamos de los trabajadores que mantienen uno de los recursos más importantes en Álava.
Apenas son una docena de operarios los que realizan en el territorio uno de los servicios de mantenimiento más necesarios, y durante un mes dejarán de prestar este servicio.
La plantilla de 11 trabajadores denuncia que su "situación es insostenible por su precaria situación laboral y la falta de seguridad”.
"Nos regimos por el Convenio estatal de Jardinería, una situación absurda porque ni somos jardineros ni realizamos esas tareas. El convenio de aplicación no es el correcto, y además es un pacto de mínimos que provoca que en algunos casos los salarios no superen los 1.500 euros mensuales en Álava. Con lo que la diferencia con los compañeros del resto de Euskadi que trabajan bajo un convenio provincial es abismal, de más de 10.000 euros brutos anuales".
"Somos una pequeña plantilla que trabaja en el campo, en el entorno rural a la intemperie haga frío o calor, con un sobreesfuerzo y carga de trabajo que cada vez es mayor, y con un incumplimiento por parte de la empresa en temas de seguridad laboral", explican los propios trabajadores afectados.
Obras de construcción que no les corresponden
Denuncian dos situaciones insostenibles. Por un lado, los 11 trabajadores de Álava (una plantilla muy corta que se ha ido reduciendo con los años) están asumiendo tareas que les marca URA "que se salen y se alejan de sus cometidos habituales" de mantener los ríos y sus márgenes en las mejores condiciones posibles para evitar inundaciones, retirando material que obstaculice el cauce o realizando plantaciones o tala de árboles.
"Estamos asumiendo también algunas obras de construcción y otras labores que antes no realizábamos", señala el portavoz de la plantilla.
Por otro lado, denuncian incumplimientos por parte de la empresa de medidas de seguridad laboral.
"Una trabajadora está de baja porque perdió una falange en un accidente mientras hacíamos una obra en los márgenes del río en Maeztu, y hemos tenido que acudir a la Inspección de Trabajo para denunciar".
Dos protestas en la calle
El pasado 17 de enero varios de los 11 operarios que se encargan de la limpieza y el mantenimiento de los ríos en el territorio ya se manifestaron frente a las oficinas de URA en la capital alavesa, en la calle Portal de Gamarra.
Y este miércoles llevaron su pancarta a la Plaza de la Virgen Blanca.
Tal y como explican los propios trabajadores, la Agencia Vasca del Agua URA “rechaza reunirse con nosotros e indica que nuestro interlocutor es la UTE. En la huelga del año 2021 sí se reunieron, por lo menos en dos ocasiones".