Primer día de una huelga que se prevé larga en Vitoria y Álava secundada por los trabajadores que cuidan de uno de los recursos naturales más importantes del territorio y considerado el 'oro líquido' porque hablar de agua es hablar de vida.
Apenas son una docena de trabajadores los que se encargan en Álava de uno de los servicios de mantenimiento más necesarios.
Un trabajo que a la vez es uno de los más invisibles; eso sí, hasta que una inundación o una riada del Zadorra convierte las calles de localidades alavesas en auténticos ríos y provoca el enfado y la desesperación, por ejemplo, de vecinos de Villodas o Trespuentes.
Hablamos de un trabajo esencial que desde este lunes ha dejado de prestarse en el territorio.
Y es que la mayoría de los 11 trabajadores que se encargan de la limpieza y el mantenimiento de los ríos en Álava van a la huelga desde este 15 de enero durante un mes.
Una decisión que ha tomado la plantilla de la UTE Mediterrraneoko Ibaiak 2021, la subcontrata de la Agencia Vasca del Agua URA para el mantenimiento de los ríos alaveses que desembocan en el Ebro, porque tal y como han denunciado, "la situación es insostenible".
Junto a la huelga realizarán concentraciones frente a las oficinas de URA en Vitoria, en Portal de Gamarra, para denunciar su precaria situación laboral.
Tienen prevista una protesta para este miércoles 17 de enero, a partir de las 11.00 horas, en la puerta de URA para visibilizar sus reivindicaciones.
"Sobreesfuerzo y carga de trabajo"
"Somos una pequeña plantilla que trabaja en el campo, en el entorno rural a la intemperie haga frío o calor, con un sobreesfuerzo y carga de trabajo que cada vez es mayor, y con un incumplimiento por parte de la empresa en temas de seguridad laboral", explica Javier, trabajador y el único delegado sindical por ELA.
Además, recuerda que la plantilla realiza toda su jornada laboral en la calle, sin aseos, en zanjas, ríos, obras, etc.
Otra huelga de cinco meses
No es la primera vez que van a la huelga. Ya en el año 2021 vivieron una situación muy complicado al secundar cinco meses de huelga.
"Nos regimos por el convenio estatal de Jardinería, una situación absurda porque ni somos jardineros ni realizamos esas tareas. El convenio de aplicación no es el correcto, y además es un pacto de mínimos que provoca que en algunos casos los salarios no superen los 1.500 euros mensuales en Álava. Con lo que la diferencia con los compañeros del resto de Euskadi que trabajan bajo un convenio provincial es abismal, de más de 10.000 euros brutos anuales".
Dos situaciones insostenibles
La plantilla denuncia dos situaciones insostenibles. Por un lado, los 11 trabajadores de Álava (una plantilla muy corta que se ha ido reduciendo con los años) están asumiendo tareas que les marca URA "que se salen y se alejan de sus cometidos habituales" de mantener los ríos y sus márgenes en las mejores condiciones posibles para evitar inundaciones, retirando material que obstaculice el cauce o realizando plantaciones o tala de árboles.
"Estamos asumiendo también algunas obras de construcción y otras labores que antes no realizábamos", señala el portavoz de la plantilla.
Por otro lado, denuncian incumplimientos por parte de la empresa de medidas de seguridad laboral.
"Una trabajadora está de baja porque perdió una falange en un accidente mientras hacíamos una obra en los márgenes del río en Maeztu, y hemos tenido que acudir a la Inspección de Trabajo para denunciar".