La presión fiscal sobre el patrimonio en Euskadi es "en realidad bastante elevada" respecto al conjunto del Estado, según el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu.

El consejero ha respondido en el Parlamento a una pregunta de Elkarrekin Podemos sobre las novedades fiscales, que se ha centrado en la aplicación del Impuesto de Grandes Fortunas, que en Euskadi será complementario al de Patrimonio ya vigente.

Sencillo ejercicio: 170 millones

Azpiazu ha hecho un "ejercicio muy sencillo" para demostrar que por Patrimonio en Euskadi se recauda más proporcionalmente: la recaudación vasca por este impuesto son 170 millones, mientras que en el conjunto del Estado -incluida la cifra vasca-, la suma son 2.380 millones.

Por tanto, la recaudación por Patrimonio vasca es más del 7% del total estatal, lo que está por encima tanto del peso de la población vasca -por debajo del 5%- como del PIB -el 6%-, ha subrayado.

Por ello, el consejero ha vuelto de sostener que el margen que le queda al Impuesto de Grandes Fortunas para recaudar en Euskadi "es muy pequeño".

"Es más, -ha defendido- si el Impuesto de Grandes Fortunas sustituyese al de Patrimonio, se recaudaría menos al año; en Bizkaia, un 30% menos".

Debate "populista"

Por ello, ha opinado que las críticas de los que dicen que Euskadi es un nuevo paraíso fiscal o que es más laxo, "simplemente no son ciertas" y "caen en el populismo".

Azpiazu también ha invitado Elkarrekin Podemos a aprobar este Impuesto de Grandes Fortunas en las Juntas Generales -para salir adelante en Araba y Gipuzkoa necesitará el apoyo de algún grupo de la oposición-.

El consejero ha recordado a Podemos que aprobó este impuesto en Madrid junto al PSOE. Por ello, les ha instado a que tengan "el mismo criterio aquí. Que lo que allí les parecía un éxito, se lo parezca aquí también".

Deducción de 200 euros

Además, el año que viene, en la declaración sobre el año 2023 los contribuyentes también se van a seguir aplicando la deducción de 200 euros para las rentas inferiores a 30.000 euros, aunque para años posteriores se verá si se mantiene. El PSE, socio de gobierno, lo ha pedido, pero hoy Azpiazu no ha dado pistas sobre si se prorrogará.

Tampoco ha concretado más sobre la reforma fiscal prevista para el año que viene: el consejero se ha limitado a comentar que se adaptará la fiscalidad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y tenderá a la convergencia fiscal con Europa.