Este jueves, la plantilla de Mercedes-Benz de Vitoria está llamada a las elecciones para renovar el comité de empresa. Una cita que llega apenas cuatro meses después de la votación clave que a finales de julio supuso la aprobación del nuevo convenio 2021-26, evidenciando una vez más los dos bloques que en los últimos tiempos han marcado el equilibrio de fuerzas en el comité. Pero además este comité será el que represente a la plantilla en el comienzo de una nueva etapa para la planta gasteiztarra marcada por la gran inversión de 1.200 millones de euros que debe impulsar la implantación de la plataforma eléctrica VAN.EA y, en definitiva, su electrificación.

En torno a 4.900 trabajadores conforman la actual plantilla de la multinacional en Gasteiz, algo menos que en las últimas elecciones lo que se evidenciará en que serán elegidos 29 representantes para el comité, dos menos que en 2018, en 19 mesas electorales. Asimismo, vuelve a existir la posibilidad del voto telemático, lo que ha sido motivo de enfrentamiento entre los sindicatos y finalmente fue autorizado por un laudo del Departamento de Trabajo el 27 de octubre.

Actualmente, el comité está presidido por ELA, que en las últimas elecciones logró 7 representantes, empatando con UGT, que ganó en número de votos. En aquella ocasión fueron los 4 delegados de CCOO los que con su abstención inclinaron la balanza de la presidencia hacia ELA, haciendo prevalecer los 14 representantes de este sindicato, LAB y ESK frente a los 13 de UGT, Ekintza y PIM.

Las relaciones sindicales en la planta ya venían enrarecidas desde que en 2016 ELA, CCOO, LAB y ESK descabalgaron a UGT de la presidencia y UGT, Ekintza y PIM firmaron el convenio 2016-20, al que luego se sumó CCOO, acuerdo de eficacia limitada que también marcó la negociación del último pacto laboral.

Fuentes sindicales de la factoría consultadas no se atreven a afirmar en qué medida la votación de julio del convenio puede servir de termómetro fiel para intuir por dónde pueden ir las elecciones de este jueves. 

El acuerdo alcanzado por UGT, CCOO, Ekintza y PIM llegó tras 19 meses de negociación que, en su tramo final, estuvo marcada por las nueve jornadas de huelga que llegaron a parar la producción de la fábrica y que, en un principio, contaron con el apoyo unánime del comité. También por la advertencia por parte de la empresa de que el sí a un acuerdo era esencial para conseguir la adjudicación de la nueva plataforma para la fabricación de los nuevos modelos de vehículos eléctricos, garantizando la operatividad –y el empleo– de la factoría. Con un 95% de participación, el convenio fue aprobado con el 57% de los votos.

Las discrepancias sindicales y el delicado equilibrio de fuerzas siguen presentes, como ha demostrado el rifirrafe con el voto telemático. 

Las centrales firmantes del acuerdo confían en que la plantilla valore las mejoras sociales y salariales del nuevo convenio. Los sindicatos contrarios al pacto, que consideran insuficientes las medidas acordadas, esperan ser catalizadores del gran apoyo de la plantilla a las jornadas de huelga. De hecho, un dato en el que se apoyan estas centrales es que el no al convenio se impuso al sí en talleres (1.807 votos frente a 1.639); en oficinas y en el voto electrónico ganó el no.

Al detalle

4.900 Trabajadores. Aproximadamente integran en la actualidad la plantilla.

29 representantes. Es el número de integrantes del comité que los trabajadores de Mercedes elegirán el próximo jueves. Son dos menos que en las últimas elecciones, en 2018.

El comité actual

UGT 7

ELA 7

CCOO 4

LAB 4

Ekintza 3

ESK 3

PIM 3

La presidencia la ostenta ELA, que logró en 2018 el apoyo de LAB y ESK y la abstención de CCOO.