Los sindicatos ELA, LAB y ESK, que ayer no suscribieron el preacuerdo para renovar el convenio en Mercedes, han asegurado que la huelga en la planta de Vitoria esta mañana ha supuesto que la producción no haya arrancado, por lo que auguran que la plantilla podría no avalar el lunes el texto negociado.

La dirección de la planta de la capital alavesa alcanzó ayer tarde un preacuerdo con la mayoría del comité de empresa conformada por los delegados de UGT, CCOO, Ekintza y PIM, mientras el resto de ELA, LAB y ESK decidieron mantener las convocatorias de huelga para hoy, mañana jueves y el viernes. La plantilla votará el próximo lunes ese texto.

En Radio Euskadi, el presidente del comité (ELA), Igor Guevara, ha reprochado que la dirección se cerrara "en rotundo" a negociar la subida que evite la pérdida del poder adquisitivo, razón por la que su sección, junto a LAB y ESK, decidieron rechazar la oferta, si bien ha valorado que la dirección retirara su pretensión de implantar la sexta noche de trabajo.

Esta mañana la producción se ha parado con el amplio seguimiento de la huelga y en la asamblea convocada esta mañana las secciones que se oponen a la oferta "explicarán lo que los firmantes no van a explicar".

Ha rechazado que la inversión anunciada en Vitoria esté ligada a la renovación del convenio, ya que ese tipo de decisiones "se toman en Alemania y no con criterios de rebajar las condiciones laborales" sino sobre "la calidad del empleo industrial" en Euskadi y por "la profesionalidad de la plantilla".

Por su parte, el portavoz de CCOO en Mercedes, Roberto Pastor, ha explicado que en la reunión de ayer pidieron a las secciones contrarias al preacuerdo que pospusieran las movilizaciones para dejar a la plantilla que se exprese en la votación del lunes, pero no aceptaron su propuesta.

Ha asegurado que todo el comité había acordado ayer desligar la subida salarial del IPC y el preacuerdo "salió con una fórmula similar" que conllevaba una subida del 3 % en 2021. Según ha dicho, ELA, LAB y ESK apoyaron ayer la propuesta de subir el equivalente a ese 3 % respecto al año pasado, desvinculado del IPC y, por tanto, "deberían haber sido coherentes" con lo que propusieron en la mesa y haber desconvocado las movilizaciones.

A su entender, el amplio seguimiento de la huelga de hoy se debe a que "mucha gente no quiere entrar en conflicto con sus compañeros, ni con los piquetes", así como hay otra parte de la plantilla que "quiere hacerla y está en su perfecto derecho".

Sin embargo, ha avisado, "ese preacuerdo está totalmente vinculado a la inversión" anunciada y "esos 1.200 millones quedarán para las próximas décadas para dar tranquilidad a la planta de Vitoria y al tejido industrial vasco", al tiempo que se mantendrá el empleo, prevé 400 contratos indefinidos y establece "una línea roja a la flexibilidad" que buscaba la dirección.