Apenas 12 horas después de anunciar el preacuerdo para el nuevo convenio, la actividad en la cadena de montaje de la planta de Mercedes-Benz en Vitoria ha amanecido paralizada y tampoco se producirán las 700 furgonetas que cada jornada se ensamblan en la factoría de la calle Las Arenas.

La convocatoria de ELA, LAB y ESK, que no respaldan el preacuerdo sobre el nuevo convenio, ha obtenido de nuevo el respaldo mayoritario de la plantilla que no ha accedido al interior de la planta, más allá de los trabajadores eventuales y los de alguna otra dependencia.

Entrada a la fábrica a primera hora con presencia de piquetes y el cordón policial de la Ertzaintza. @LABsindikatua

Se trata de la séptima jornada de huelga en Mercedes-Benz Vitoria en las últimas cuatro semanas y la prevista para hoy es el primero de los tres días que han anunciado ELA, LAB y ESK. De no mediar un cambio radical en las próximas horas el jueves y viernes seguirá vigente ese llamamiento a no poner en marcha la cadena de producción de las unidades de Viano y Clase V.

Asambleas sindicales

Como en las seis jornadas precedentes alrededor de las 5.15 horas ha comenzado la presencia de piquetes en las puertas de acceso. Ya a esas horas era grande la presencia de operarios que se han mantenido en el exterior de la fábrica, mientras un cordón policial de la Ertzaintza les distanciaba de aquellos pocos que optaban por atravesar los tornos de entrada.

ELA, LAB y ESK han celebrado posteriormente una asamblea bajó la cúpula antigua del Buesa Arena para explicar el contenido y desarrollo de las maratonianas reuniones del miércoles con la dirección, en las que se acordó ese preacuerdo con la mayoría sindical, UGT, CCOO, Ekintza y PIM, y han decidido mantener las convocatorias de huelgas previstas.

Todo ello llega después de que la jornada del martes concluyese con noticias positivas para la relación entre la empresa y sus empleados. Tras 18 meses de negociaciones y seis días de huelga, la dirección de Mercedes en Gasteiz y la mayoría sindical (CCOO, UGT, Ekintza y PIM) alcanzaron el martes un preacuerdo de convenio colectivo que se someterá a referéndum el próximo 18 de julio.

Tras una reunión que se alargó durante más de nueve horas, repleta de recesos y hasta consultas a la multinacional en Alemania, CCOO y UGT han llamado a sendas asambleas de afiliados para dar a conocer los detalles del preacuerdo. “Desgraciadamente, los sindicatos ELA, LAB y ESK no han querido, a pesar de los avances y el preacuerdo, posponer las movilizaciones para dar la oportunidad de que la plantilla dé su opinión sobre el preacuerdo, libremente, por lo que hemos decidido hacer el próximo lunes la consulta a los trabajadores, para evitar divisiones y conflictos entre la propia plantilla”, destacó la central sindical.

1.200 millones de inversión

ELA, LAB y ESK anunciaron que mantienen la jornada de huelga para este miércoles, y la asamblea prevista a las diez de la mañana en al cúpula del Buesa Arena para tomar decisiones. A la satisfacción mostrada por la mayoría sindical de la factoría, se sumaba la de la propia dirección.

Así, reiteraron que con este acuerdo a cinco años para el convenio colectivo 2021-2026 “se habilita la inversión de 1.200 millones de euros, crea empleo y asegura el futuro”.

En este sentido, tras las huelgas de las últimas semanas que han obligado a paralizar la producción, la dirección de la fábrica comandada por Emilio Titos consideró que “es un muy buen acuerdo para todos los trabajadores y trabajadoras de la fábrica. Por ello esperamos retomar la normalidad de nuestro día a día cuando antes”, máxime cuando, recordaron, la inyección de 1.200 millones de euros servirá para modernizar las instalaciones y duplicar su capacidad de producción.

Detalles del acuerdo

Fuentes sindicales confirmaron que el pacto incluye una paga de 4.000 euros brutos no acumulable correspondiente a 2021, un incremento del 6% para este año y subidas del 2,25% desde 2023 hasta 2026 en los salarios de los trabajadores para compensar el incremento del IPC, pero sin llegar a esa subida de los precios de más del 10%. Una oferta a la que se habrían opuesto ELA, LAB y ESK porque no incluye subidas salariales equivalentes al IPC.

Preacuerdo

A la retirada de la sexta noche anunciada por la empresa el pasado miércoles, se suman otros compromisos recogidos en el preacuerdo, como que los sábados se convocarán diez días antes del fin del mes previo y se trabajarán por norma general. El preacuerdo también recoge la jubilación de más de 250 personas a través de contratos relevo, para aquellos que cumplan las condiciones legales vigentes, la conversión de 400 contratos temporales en indefinidos, 150 de ellos a la firma el convenio y puestos protegidos para 150 personas con limitaciones acreditadas por Servicios Médicos de fábrica, así como que el plus de líder no se verá afectado por disfrutes, licencias ni participación en proyectos.

El preacuerdo alcanzado es el principal paso para desbloquear el conflicto laboral en la factoría más grande de Euskadi que encarrile la inversión de 1.230 millones de euros para garantizar el futuro de la planta. El próximo lunes se realizará un referéndum para saber si la plantilla da su visto bueno.