El 21,4% de la población ocupada de Euskadi tiene que dedicar, de forma habitual, más horas de las establecidas o previstas a su trabajo y otro 17,9% lo hace algunas veces, según la encuesta sobre la conciliación de la vida laboral, personal y familiar correspondiente al 2021, elaborada por el Eustat.

El sondeo aprecia un aumento, con respecto a 2011, en el porcentaje de personas que tiene que prolongar su jornada laboral. Cuando la prolongación se produce casi siempre el incremento es de 4 puntos porcentuales, siendo de 1,7 puntos cuando la prolongación se produce algunas veces.

Por otra parte, el 17,6% de los hombres ocupados cree que le resultaría "muy negativo" pedir un permiso de paternidad. Sin embargo, sólo un 8,2% de los hombres opina que la paternidad les podría afectar de manera sensible, frente al 19,3% de las mujeres ocupadas, que considera que la maternidad puede crear desigualdades de promoción.

El temor a que solicitar excedencias o jornadas reducidas por motivos familiares afecte a la promoción profesional es ligeramente mayor entre las mujeres que entre los hombres (30,2% y 27,6%, respectivamente).

Flexibilidad horaria

Dentro de las distintas medidas que pueden facilitar la conciliación de trabajo, familia y vida personal, las ausencias temporales del trabajo están al alcance de la mayoría de la población ocupada, seguidas por la posibilidad de pedir días sin sueldo. Además, casi la mitad de las personas ocupadas manifiestan una dificultad baja para conseguir excedencias o reducciones de jornada.

El horario flexible de salida, otra herramienta para mejorar la conciliación, lo disfruta casi la mitad de los ocupados que podrían hacerlo (47,1%). Desde el punto de vista del género, son los hombres los más beneficiados, ya que un 50,6% disfruta de la flexibilidad horaria, frente al 43,3% de las mujeres.

Con respecto al año anterior se aprecia un aumento de 4,8 puntos en el porcentaje de personas que disfrutan de un horario flexible. Si en 2020 el 42,3% de la población disfrutaba de esta medida que facilita la conciliación, en 2021 el porcentaje sube hasta el 47,1%.

En cuanto al trabajo en el propio domicilio, no se aprecian grandes diferencias con respecto al año anterior, si bien ha aumentado el porcentaje de personas que trabaja en su domicilio de forma ocasional en 3 puntos porcentuales (pasando del 7,3% al 10,3%), ha disminuido en 2,4 puntos el de personas que lo hacen al menos la mitad de los días (del 10,8% al 8,4%).

En comparación de la situación de hace 10 años, se observa un incremento (+5,3 puntos porcentuales) en el porcentaje de personas que, con mayor o menor intensidad, trabaja desde sus domicilios.

Jornada partida

Con respecto a los diferentes tipos de jornada, se percibe un descenso sostenido del porcentaje de personas que tienen jornada partida. Si bien en 2011 el 40,8% de las personas trabajaba únicamente en jornada de mañana y tarde, en 2021 este porcentaje se sitúa en el 30,6%, aumentando, por tanto, el porcentaje de personas que tienen jornada continuada (del 50% en 2011 al 55,5% en 2021) o mixta (del 9,2% en 2011 al 13,9% en 2021).

Por otra parte, en el 4,1% de las ocasiones es el padre quien se encarga del cuidado esporádico de sus hijos e hijas durante la jornada laboral, el porcentaje más alto en la última década.

En los hogares en los que ambos miembros de la pareja trabajan, el cuidado de menores durante la jornada laboral del padre o la madre corresponde, en el 89,8% de las ocasiones, a los centros escolares, en el 4,7% a ambos ocupados y en el 3,7% de los casos a familiares o personas sin remuneración.

En estos mismos hogares, el cuidado esporádico de menores cuando durante la jornada laboral hay que llevarlos al médico, están enfermos o no tienen colegio, se lleva a cabo en la mayoría de los casos por ambos progenitores (64,4% de los casos), y con menor frecuencia por familiares o personas sin remuneración (17,5%), por la madre (11,5%) o el padre (4,1%).

Finalmente, con relación a las preferencias laborales, la población ocupada se decanta por la condición de asalariado (84,4%) frente a la de autónomo (15,6%) y prefiere trabajar en el sector público (61,9%) frente al sector privado (38,1%), en tanto que elige de forma más equilibrada entre grandes (53,5%) y pequeñas empresas (46,5%).