La dirección de la factoría gasteiztarra de Mercedes-Benz y el comité volvieron a reunirse esta mañana para intentar concretar avances en la negociación del convenio, encuentro que dejó sobre la mesa un nuevo movimiento por parte de la empresa que, en cualquier caso, sigue sin convencer a los representantes de la plantilla.

De hecho, UGT y CCOO, que tras la anterior reunión del jueves pasado desconvocaron la primera de las jornadas de concentraciones –prevista para el viernes pasado– “con el fin de dar una última opción a la empresa para recapacitar”, ratificaron ayer la concentración de dos horas que el miércoles entre las 13.00 y las 15.00 horas se celebrará en dos de los accesos a la factoría.

Los ojos del tejido económico, empresarial e institucional de Álava están puestos sobre esta negociación, en la medida en que la empresa reclama una mayor flexibilidad laboral a la plantilla para confirmar la gran inversión de 1.200 millones de euros en la planta alavesa anunciada hace diez días y orientada a la ampliación y adaptación de las instalaciones para la fabricación de modelos eléctricos. Una inversión de tal calado que el lehendakari anunciaba el pasado viernes sus planes para viajar el próximo mes a Stuttgart para reunirse con el CEO de Mercedes Benz Vans con el objetivo de trasladar a la multinacional alemana el compromiso institucional –de Gobierno Vasco, Diputación alavesa y Ayuntamiento de Gasteiz– para “seguir colaborando en el futuro del sector de la automoción vasca”.

La de esta mañana fue la reunión número 33 de la negociación del convenio –unas conversaciones que afectan directamente a los en torno a 5.000 trabajadores de la factoría, la mayor de Euskadi–, en la que en primer término los representantes sindicales trasladaron su rechazo a la última propuesta presentada por la empresa

Tras un receso, según explicó UGT, la dirección planteó algunas modificaciones que según este sindicato se reducen “a la suma de una cantidad fija a la EPSV durante la vigencia del convenio”, una mejora que estos representantes sindicales cuantificaron en 250 euros por año y que, según añadieron, “está muy lejos de cumplir nuestras reivindicaciones”. “Además, creemos que mientras no exista una garantía de recuperación del poder adquisitivo y un compromiso real de gestionar la flexibilidad va a ser muy difícil que podamos llegar a un punto de encuentro para llegar a un preacuerdo para presentar a la plantilla en referéndum”, advirtió UGT.

Por otra parte, ELA, LAB y ESK han decidido convocar una asamblea de los tres sindicatos abierta a toda la plantilla, después de que, según explicaron, UGT y CCOO declinaran su invitación para reunirse el viernes pasado para estudiar la propuesta de acuerdo planteada el jueves pasado por estas tres centrales para intentar sumar también a CCOO y UGT y configurar una postura mayoritaria.

Este martes está prevista una nueva reunión entre comité y dirección, mientras que por la tarde en el Parque Tecnológico de Álava se celebrará la firma entre el Gobierno Vasco, la Diputación alavesa y Mercedes-Benz de un Memorando de Entendimiento. El acto estará presidido por el lehendakari y el documento será suscrito por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; el diputado general de Álava, Ramiro González, y el director general de Mercedes-Benz Vitoria, Emilio Titos.