El Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Álava y Mercedes-Benz España, que en su planta de Vitoria tiene una plantilla de 5.000 trabajadores y genera otros 30.000 puestos indirectos, firmarán este martes un "memorando de entendimiento".

El documento, del que no han trascendido detalles, será suscrito por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; el diputado general de Álava, Ramiro González, y el director general de Mercedes-Benz Vitoria, Emilio Titos. El acto estará presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu.

La firma de este memorando, que después explicarán en una rueda de prensa conjunta Urkullu, González y Titos, se produce apenas tres días después de que el lehendakari anunciara su intención de viajar a Alemania para trasladar al CEO de Mercedes Benz el compromiso de las instituciones vascas y alavesas con la planta de Vitoria y con el proyecto planteado por la empresa.

El pasado viernes en su intervención en la Asamblea General de la patronal alavesa SEA, Urkullu subrayó la "importancia estratégica" que tienen para Euskadi los planes anunciados por Mercedes para Vitoria, donde ha propuesto invertir 1.200 millones de euros, lo que supondría doblar la capacidad actual de la fábrica.

El Gobierno Vasco quiere mostrar su implicación para convertir en realidad esta inversión y para ello Urkullu se desplazará el mes que viene a Stuttgart para mantener un encuentro con el CEO de Mercedes Benz, al que le trasladará el "compromiso institucional y el compromiso de país para seguir colaborando en el futuro del sector de la automoción vasca".

El plan para invertir 1.200 millones fue comunicado por la dirección de la planta de Vitoria al comité de empresa durante una reunión celebrada a principios de mes en el marco de las negociaciones para acordar un nuevo convenio colectivo, que lleva sin renovarse 16 meses.

Precisamente, a mediados de marzo el responsable estratégico de Vans de Mercedes, Ingo Ettischer, trasladó a la representación social la importancia de llegar a un acuerdo en el convenio de cara a la decisión de la multinacional sobre qué planta fabricará los modelos eléctricos.

De hecho, la dirección paralizó a principios de abril la negociación del convenio hasta que se supiera en qué fábrica de esta multinacional se ensamblará el nuevo vehículo eléctrico. A mediados de mayo se retomaron las conversaciones sobre las condiciones laborales, pero por el momento las partes siguen sin acercar posturas.