- El conflicto de Tubacex afronta el lunes una jornada decisiva. Tras más de cinco meses de huelga, el comité de empresa se reuné ese día para decidir si mantiene la huelga o si los trabajadores vuelven a su puesto de trabajo. De momento solo se conoce la postura de ELA, que votó ayer en asamblea a favor de continuar con los paros. El sindicato abertzale preside el órgano de representación de la plantilla con cuatro delegados, pero el Sindicato de Trabajadores de Aceralava Tubacex (STAT) tiene otro scuatro asientos en el comité. Comisiones Obreras (3) y LAB (1) completan el esquema sindical de la compañía. El presidente del comité de empresa, Eduardo Ibernia, explicó ayer a DNA que ELA respetará la decisión de la mayoría del comité.
De modo que el terreno de juego está muy abierto. El único sindicato que ha hecho pública su postura es ELA. La central mayoritaria convocó en asamblea a sus afiliados y el resultado no dejó resquicio a la duda. Un total de 120 trabajadores votaron a favor de mantener la huelga, 48 en contra y seis en blanco.
LAB ha convocado a los medios el lunes una hora antes de la reunión del comité para anunciar su postura, pero, que se sepa, no ha sometido a votación de sus afiliados el asunto. Con todo, la llave la tienen los otros dos sindicatos, de los que tampoco ha trascendido su decisión.
Se da la paradoja de que la huelga estaba convocada por la plantilla como medida de readmisión de los 129 trabajadores despedidos, que el Tribunal Superior del País Vasco ha obligado a readmitir hace unas semanas. La compañía ha decidido pagarles la nómina, pero no les permite volver a su puesto porque va a recurrir la sentencia. De modo que mientras el resto de trabajadores está en huelga en su defensa sin cobrar, los afectados por el ERE recibirán su nómina. La caja de resistencia de ELA compensa a sus afiliados la falta de ingresos, pero el resto no cuenta con ese soporte.