- El sector de los proveedores de automoción facturó 30.200 millones de euros en 2020, un 15,7% menos que el año anterior. Aunque la reducción ha sido menor a la prevista e inferior a la caída de producción de vehículos (-19,6%), supone un retroceso a las cifras de 2015. Según datos de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) -que representa a las más de mil empresas del sector-, la facturación se incrementará un 10% este año, hasta alcanzar los 33.220 millones de euros, todavía por debajo de las cifras de 2019, último año antes de que la crisis sanitaria impactase en el sector. Las previsiones apuntan a que la recuperación no llegará hasta 2022.

“Estos datos indican el fuerte impacto que la pandemia ha tenido en nuestra industria. Hemos tenido que hacer grandes esfuerzos, como otras muchas empresas, para adaptarnos a la situación e intentar mantener la producción y la mayoría de los empleos”, explicó la presidenta de Sernauto, María Helena Antolín, en rueda de prensa.

El fuerte carácter exportador, que representan el 60% de la facturación, ha evitado que la caída haya sido mayor: en 2020, el sector exportó componentes por valor de 17.900 millones de euros, un 13,8% menos que en 2019. Mientras, de la facturación en el mercado estatal (12.300 millones de euros), 7.740 millones corresponden al suministro de equipos y componentes a los fabricantes de vehículos (-21%) y 4.560 millones proceden del mercado de recambios (-13,5%).

A pesar de la compleja situación que se ha vivido en 2020, los proveedores continuaron destinando una alta inversión a la I+D+I con el fin de contar con garantías la transformación industrial y seguir a la vanguardia tecnológica. Así, el año pasado, la inversión se mantuvo en el 3,6% de la facturación, un total de 1.075 millones de euros, lo que supone el triple que la media industrial.

El sector cerró el año con 212.500 empleos directos, un 5,7% menos, y con un empleo directo o indirecto de 344.500 puestos de trabajo. La presidenta de Sernauto lamentó la situación que vive el sector de los componentes y la industria automovilística en general por la falta de ciertos elementos, como los semiconductores, así como por el encarecimiento de las materias primas. Y calculó que el problema de la falta de estos chips se mantendrá hasta finales de año.