- Las cuentas de resultados de las grandes compañías petroleras internacionales están registrando un ejercicio 2020 para olvidar. Los números presentados en los nueve primeros meses del presente año está marcados en rojo por los efectos de la pandemia de coronavirus en forma de una actividad económica más reducida y, sobre todo, en una menor movilidad.
La menor demanda de crudo y unos precios a la baja del petróleo están lastrando las cuentas de todas las compañías del sector. Unas empresas que empiezan a sospechar que el menor consumo de combustibles es una tendencia que viene para quedarse en medio del proceso de descarbonización de la economía mundial.
Bajo esa perspectiva, entre enero y setiembre del presente 2020 la cotización media del crudo Brent europeo cayó un 36% y la del Texas americano (WTI), un 33%, con precios medios cercanos a los 40 dólares por barril para ambos indicadores. Con todo, no deja de ser noticia que compañías como Repsol, Total, BP, Shell, BP, Exxon Mobil o Chevron presenten pérdidas cuantiosas.
La multinacional española ha cerrado los nueve primeros meses del año con unos resultados rojos de 2.578 millones de euros y una facturación de 24.500 millones, con una caída del 31% que explica claramente la combinación de menor demanda de crudo y precios más bajos.
La petrolera francesa Total Fina Elf, por su parte, registró pérdidas de 8.133 millones de dólares (6.961 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2020, frente al beneficio neto atribuido de 8.667 millones de dólares (7.418 millones de euros) contabilizado en el mismo periodo del año anterior, según fuentes de la compañía gala. Los ingresos de la empresa francesa en los nueve primeros meses de 2020 alcanzaron los 102.742 millones de dólares (87.948 millones de euros), un 31,9% por debajo.
En el Reino Unido, el consorcio BP registró unas pérdidas atribuidas de 21.663 millones de dólares (18.305 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, debido, como todas, a una caída en la demanda de crudo derivada de la pandemia de covid-19. La facturación total de BP ascendió en el periodo a 134.932 millones de dólares (114.017 millones de euros), lo que representa una caída del 35,8% frente a los mismos meses de 2019.
La petrolera holandesa informó de que en los nueve primeros meses del año acumula unas pérdidas atribuidas de 17.666 millones de dólares (15.030 millones de euros), frente a los beneficios de 14.878 millones de dólares (12.658 millones de euros) obtenidos en el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, los ingresos alcanzaron en el periodo en 136.554 millones de dólares (116.180 millones de euros), con una caída del 47,6%, muy encima de la media de sus principales competidores. Shell publica sus resultados en dólares porque es la divisa en que cotiza el oro negro.
Y las compañías estadounidenses no han salido mejor paradas. Las petroleras más grandes de EEUU, Exxon Mobil y Chevron, comunicaron pérdidas trimestrales y fuertes reducciones de la facturación.
El líder del sector, Exxon Mobil, punta de lanza de los combustibles fósiles en EEUU y que ahora atraviesa una de sus peores crisis, ha perdido 2.370 millones de dólares desde que comenzó el año, con tres trimestres en rojo, mientras que Chevron tiene pérdidas acumuladas de 4.878 millones de dólares. Aunque el tercer trimestre ha sido mejor, Exxon Mobil perdió 680 millones de dólares frente a los beneficios de 3.170 millones que se anotó en el mismo tramo del año pasado, y, un dato muy significativo, pese a la mejoría de la economía mundial en el periodo veraniego del hemisferio norte, sus ventas cayeron un 29%, hasta 46.199 millones de dólares.
Así, las cosas las petroleras están ajustando costes e inversiones lo que explica, por ejemplo, los problemas que sufren las compañías vascas de tubos para oil&gas.