AMURRIO - La situación del tejido industrial de Aiaraldea hace mucho que dejó de pasar por su mejor momento y ayer cientos de trabajadores de dos de las principales empresas de la comarca -Tubacex y Tubos Reunidos, sobre las que sobrevuela la amenaza de nuevos expedientes de regulación de empleo, así como recortes salariales y despidos- no dudaron en acercarse hasta la ciudad vecina de Orduña, pese a las nuevas restricciones de movilidad inter municipal que ha traído el nuevo estado de alarma, y aprovechar el impacto de La Vuelta para dar mayor visibilidad a su lucha en defensa del empleo de toda la comarca.

De hecho, la famosa carrera tenía previstos dos pases por la ciudad vizcaína, colindante con Amurrio, tanto a la bajada de La Barrerilla en dirección al puerto de Burgos, como al regreso de este último, por lo que el comité intercentros de Tubacex eligió el tramo entre la rotonda del entorno de la plaza de toros orduñesa y la subida a la localidad de Tertanga (adscrita al municipio de Amurrio) para aposentarse a lo largo del recorrido. “Los de Tubacex, aunque haya compañeros de Llodio, pueden desplazarse con el papel de ir a trabajar, porque la concentración se toma como día laboral, y los de Tubos Reunidos de Amurrio somos colindantes con Orduña, así que aquí estamos, aunque no las teníamos todas con nosotros de que nos dejaran pasar”, explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, uno de los trabajadores que llegó para defender la oposición de la plantilla al nuevo ERTE de ocho meses de duración (afectaría a 692 operarios con un impacto del 66% de la jornada) que planea Tubos Reunidos, aunque ya lleva enlazando expedientes desde diciembre de 2018 y este sería el octavo desde 2009.

Y es que la jornada, además de la concentración, llevaba pareja un nuevo paro de 24 horas en Tubacex -que según explicaron los delegados de LAB y ELA, Ixone Retes y Eduardo Ibernia, “ha vuelto a tener un seguimiento mayoritario”- pero desde el comité de Tubos Reunidos también instaron a sus compañeros a secundar la movilización de Tubacex en Orduña.

En su caso, el de Tubacex, puede decirse que la posibilidad de paralizar el nuevo ERTE, tras el fin de las negociaciones sin acuerdo; por lo que se da por hecho que el 4 de noviembre comenzará a aplicarse el nuevo expediente con una afectación del 80% de la jornada, frente al 60% del actual, y una duración de tres meses, que afectaría a 674 empleados (prácticamente la totalidad de las plantillas, en las fábricas de Amurrio y Llodio). En este sentido, “no nos queda más remedio que estar unidos y seguir oponiendo resistencia a cualquier planteamiento de recortes salariales o despidos que nos presenten”, apostillaron. Respecto a futuras movilizaciones, aunque no se descartan, “dudamos que sean ya de este tamaño, dada la situación sanitaria”, concluyeron.