- Las plantas de Tubacex en Llodio y Amurrio registraron ayer una paralización total de su actividad, fruto del seguimiento -prácticamente absoluto- de sus plantillas al segundo paro de 24 horas convocado desde el comité de empresa, contra el anuncio de los 150 despidos planteados en la empresa o bajas salariales de entre un 15 y 20% de la nómina mensual, de cara a poder alcanzar un ahorro de 10 millones de euros. "La huelga ha vuelto a ser un éxito. Las fábricas de Llodio y Amurrio han tenido totalmente paralizada su producción y el seguimiento ha sido, prácticamente, del cien por cien, en ambas plantas", explicaba ayer a DNA el portavoz de la delegación sindical de ELA, Eduardo Ibernia, presidente del comité.

La jornada de protesta contra los ajustes planteados, además, se complementó con una concentración de los trabajadores, a partir de las doce del mediodía, a la entrada de la empresa en Laudio, donde varios portaron caretas blancas y una pancarta en la que se podía leer En defensa del empleo. En el transcurso de la misma, también se produjeron cortes de tráfico, encendidos de bengalas y toques de tambores.

El fabricante de tubos Tubacex anunció a finales de julio unas pérdidas de 8,3 millones de euros durante el primer semestre de este año, debido principalmente a la crisis provocada por la pandemia de la covid-19 y desveló su intención de recortar en todo el grupo 500 puestos de trabajo para reducir los costes laborales en un 20%, es decir, en unos 25 millones de euros. De esta cantidad, 10 millones se recortarían en las plantas alavesas, lo que podría suponer el despido de 150 trabajadores de una plantilla actual de 750 empleados, aunque la dirección también se mostró dispuesta a buscar otras vías alternativas para lograr el objetivo del ahorro.

Según explicó el presidente del comité, en las reuniones que han mantenido ambas partes la dirección ha llegado a plantear reducciones de salarios mensuales de entre 300 y 500 euros, algo que los sindicatos "no van a entrar a negociar". "Primero que retiren estas amenazas y a partir de ahí empezaremos a hablar", advirtió Ibernia tras exigir a la empresa que presente un plan industrial.

Reconoció que durante la pandemia ha bajado la carga de trabajo, motivo por el que desde mayo la plantilla está afectada por un ERTE que concluye el 4 de noviembre. Pero los representantes de los trabajadores no contemplan que se quieran adoptar recortes definitivos "aprovechando una crisis temporal". "Ahí no entramos", avisó.

Según fuentes de LAB, en las cinco reuniones mantenidas (hoy tendrá lugar la sexta) "no se han producido avances y los trabajadores han expresado su rechazo a la actitud de la empresa que les convoca para negociar algo que no tiene sentido ni recorrido". Y es que, a su juicio, "no hay ninguna certeza" que justifique los planteamientos "inamovibles" de la empresa, al tiempo que siguen sin conocer qué futuro o plan industrial tiene el grupo. Éste, por su parte, se ha marcado el 15 de octubre como la fecha para poder llegar a un acuerdo, que desde los sindicatos auguran "no va a llegar, porque no ha habido ningún tipo de negociación".

De no cambiar la situación en la reunión de hoy, el comité de empresa no descarta seguir con las movilizaciones. De hecho, ya están en trámites para poder exponer su situación ante el Gobierno Vasco y Juntas Generales de Álava, tal y como ya han hecho con todos los Ayuntamientos de la Comarca ayalesa, que ya hicieron público su respaldo a los trabajadores afectados. Tubacex (nacida en la comarca hace 60 años) es una de las empresas pilares del tejido industrial del Alto Nervión y de ella también dependen más de 50 subcontratas "de las que nadie habla, pero que ya están sufriendo las consecuencias", apostillaron.