- “La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir en salud. Ha sacado a la luz pública el trabajo que desarrollamos las empresas biotecnológicas”, subrayan Marta Acilu, directora de desarrollo de negocio de Noray Bioinformatics. Gestionar la incertidumbre que hemos sufrido es complicado. “Las autoridades sanitarias han tenido que adoptar medidas drásticas para proteger la salud colectiva; medidas que han afectado directamente a las empresas, pero que en nuestro caso también han permitido aflorar al ágora pública el trabajo que veníamos realizando para la salud”.
Compañías como Histocell no sufrieron el ”parón” obligatorio de otras entidades. “Estuvimos en primera línea porque fuimos declarados como entes de primera necesidad; seguimos investigando en células regenerativas de los tejidos pulmonares”, indica Acilu.
De hecho, en colaboración con BioCruces en mayo ensayaron un tratamiento del daño pulmonar agudo que podría ser de gran utilidad para reducir las lesiones ocasionadas por el covid-19 en las células del aparato respiratorio, por ejemplo. “Nuestros productos necesitan un desarrollo largo e intensivo; por eso, seguimos reivindicando más inversión en ciencia y biotecnología; con el beneficio para el paciente como meta”, indica.
Los países gobernados por mujeres están gestionando mejor esta crisis sanitaria. “Creo que la inteligencia emocional nos permite gestionar de forma distinta a los hombres y, quizá por esto, en los últimos años consideran el valor añadido de la mujer al conformar sus equipos directivos”, indica.
Sobre el posicionamiento de empresas biotecnológicas tras los tiempos de covid-19, señala contundente que “son eje básico para el bienestar de la ciudadanía”.
“Quizá por ello, el Gobierno Vasco y el central, hayan decido apostar por incentivar a las empresas biotec, porque es abogar desde el punto de vista empresarial por la salud de la ciudadanía”, apostilla.