Hackers éticos vitorianos han desarrollado un virus informático que infecta el robot colaborativo más vendido del mundo para demostrar la "urgencia" de implementar medidas de ciberseguridad, según advirtió ayer Alias Robotics, la startup impulsora de la iniciativa. Los ingenieros de esta firma han llevado a cabo esta acción de hackeo ético de un conocido robot industrial para evidenciar la necesidad de protegerse de los ataques informáticos y han publicado un estudio científico que describe cómo han logrado crear un virus informático que permite infectar y tomar control del robot colaborativo más vendido del mundo, el modelo UR3 de la empresa danesa Universal Robots. En un intento por "crear conciencia y fomentar la madurez" de la robótica en prácticas ciberseguras, el equipo de Alias Robotics ha presentado Akerbeltz, el primer ransomware -tipo de virus informático que demanda el pago de un rescate- dirigido a sistemas robóticos industriales. Se trata de un malware -virus informático- que permite la ciberintrusión inicial en el robot, encriptando y bloqueando el sistema totalmente, demandando a posteriori el pago de una recompensa.

Según explicaron ayer, el virus permite infectar y tomar control de este robot colaborativo, muy utilizado en entornos industriales. "Demasiados fabricantes de robots se benefician de la falta de conocimiento general sobre estas máquinas y mantienen una actitud irresponsable en lo que a ciberseguridad respecta", sostiene el responsable de tecnología en Alias, Víctor Mayoral.

Esta acción de investigación pretende impulsar la ciberseguridad en la robótica industrial colaborativa, que está especialmente diseñada para interactuar de un modo físico con las personas. De ahí, según advirtió, la "gravedad" de que sean infectados por virus informáticos.

Los investigadores de Alias Robotics, que no han hecho públicas las características de este virus, aunque sí a los responsables del fabricante danés que los construye, han advertido de que "es muy probable que se lleven a cabo pronto ataques del estilo de Akerbeltz si no se toman las vías de mejora necesarias. "Los fabricantes no nos escuchan y ponen negligentemente en riesgo a sus clientes, que a menudo perciben sus productos como seguros, cuando claramente no es el caso. Instamos a los investigadores de seguridad a adoptar una política de divulgación que obligue a los fabricantes a reaccionar", según Endika Gil, Chief Scientific Officer (CSO) en la empresa.

Alias Robotics es una startup creada el pasado año en la capital alavesa que centra su actividad en el área de la ciberseguridad robótica. La firma fue una de las triunfadoras el pasado año en el South Summit, el mayor evento de innovación del Sur de Europa. La empresa ha creado un producto para la robótica que permite analizar el comportamiento de los robots, identificando ataques o alteraciones en sus comportamientos. Se llama Blackbox y es una especie de caja negra para robots. Además, Alias Robotics ofrece servicios de consultoría de seguridad para empresas que utilizan robots, así como fabricantes de robótica. - DNA