madrid - Se denomina Pacto de Toledo a la comisión parlamentaria que se creó en el año 1995 con el apoyo de todos los partidos políticos del Congreso de los Diputados con el objetivo de discutir, analizar y proponer medidas encaminadas a asegurar la sostenibilidad del sistema público de pensiones español. Está formada por representantes de los distintos partidos y, con su creación, se logró sacar el sistema de pensiones de la confrontación política y adoptar medidas por consenso.
El Pacto de Toledo partía de una hoja de ruta para hacer sostenible el sistema público de pensiones del Estado español a largo plazo y para alejar del rifi-rafe diario y electoralista, un tema de tanto calado y de largo plazo, como es el de las pensiones.
Su origen está en la aprobación por el pleno del Congreso, el 6 de abril de 1995, de un documento referente al “análisis de los problemas estructurales del sistema de Seguridad Social y de las principales reformas que deberán acometerse”. El documento aprobado describió la evolución del sistema de pensiones español, cuáles eran los factores futuros que podrían afectar a dicho sistema y unas recomendaciones.
Recomendaciones El documento de hace más de 20 años ya aconsejaba crear reservas -la famosa hucha de las pensiones- y, entre otros puntos, abogaba por la separación y clarificación de las fuentes de financiación, de manera que las pensiones contributivas se financiaran con las cotizaciones del trabajador y la empresa a la Seguridad Social, y las no contributivas (principalmente sanidad y servicios sociales) a través de los Presupuestos del Estado.
Las recomendaciones del Pacto de Toledo fueron la base para el acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos en 1996 y que dio lugar a la Ley de 1997 de Consolidación y Racionalización del Sistema de Seguridad Social. Aquella ley aumentó de 8 a 15 el número de años aplicados al cálculo de la base reguladora de la pensión, la revalorización de las pensiones según la evolución prevista del IPC y la creación del Fondo de Reserva. - X.A.