BILBAO - Los trabajadores de la empresa vasca Vicrila se aferran a la máxima de que mientras hay vida hay esperanza. Pese a que la compañía está en la fase de presentación de alegaciones al plan de liquidación del proceso concursal, confían en que algún posible socio interesado por el productor de copas y vasos de vidrio dé un paso al frente y acabe presentando una oferta por la unidad productiva al completo. Su esperanza se basa en que hasta media docena de interesados han preguntado por la situación de la firma y, según fuentes laborales, alguno de ellos, del que los trabajadores afirman desconocer su identidad, ha visitado estos días las instalaciones de la planta de Lamiako.

Según fuentes cercanas al proceso concursal, las dos propuestas con mayor interés son las de Cambium, que ya pujó en su día y no fue aceptada frente a la de Gestiber, y la de Sherpa Capital. Esta última es la de un fondo privado especializado en invertir en empresas medianas con situaciones complicadas y que se hizo cargo con éxito de la división de almacenamiento de energía de Cegasa. Aunque los trabajadores están escépticos tras los fracasos precedentes a la hora de buscar un socio tras las renuncias, primero de la firma Sainberg, y días pasados, de Gestiber, consideran que la empresa tiene una salida.

En la actualidad, Vicrila sigue trabajando a un turno, al mínimo, y calcula que puede aguantar la producción hasta fin de año. De hecho los trabajadores están ayudando al proceso con la renuncia al 20% de sus salarios, recorte que, en principio, estarían dispuestos a mantener si se plantea una alternativa viable. Esta semana se ha abierto el periodo de presentación de alegaciones al plan concursal para el que hay un plazo de 15 días y luego una vez que el juez decida se abre otro plazo de otros quince días para la posible presentación de ofertas concretas interesadas en la integridad de la compañía y el mantenimiento de la actividad.

Ante las negativas experiencias previas en fuentes próximas al proceso se estima que el administrador concursal va a elevar los requisitos mínimos para poder optar a Vicrila y así se pedirá al posible ofertante un depósito de un millón de euros y garantías efectivas sobre el 25% de la oferta que se presente.

Como se recordará el fabricante de vidrio Vicrila está en fase de liquidación, tras incumplir sus compromisos el inversor que se hizo con la empresa en el concurso de acreedores. La empresa tiene unos 290 trabajadores y la única opción es que llegue un nuevo inversor. El fondo de inversión Gestiber tenía que haber abonado ocho millones de euros para quedarse con Vicrila, como se había comprometido en el proceso concursal, pero no lo hizo, de modo que se ha vuelto a la casilla de salida.

Tras la renuncia del equipo de Gestiber liderado por Larrumbide no se olvida que había otros interesados como Cambium-Glassyfy.

La plan presentado por Cambium y Grassyfy el pasado verano incluía una inversión de 18 millones de euros en los próximos tres años, más una inversión recurrente de otros dos millones de euros adicionales para la modernización de la infraestructura industrial de la fábrica, más otra posible inversión para un segundo horno siempre y cuando las ventas acompañasen y el horno actual superase los dos tercios de su capacidad. La oferta incluía un plan de remodelación de la fábrica de Vicrila para convertirla en una industria de vidrio de mesa moderna especializada en food service.

La propuesta preveía la subrogación de unos 210 trabajadores. Para los excedentes contemplaba una aportación adicional al Fogasa. Por supuesto el plan incluía un recorte salarial y un incremento de la jornada laboral para poder ganar competitividad y evitar la situación actual.

En principio, Vicrila, más allá de su actividad como fabricante de vidrio de mesa, despierta interés en inversores porque la situación de la planta en el término municipal de Leioa junto a Getxo tiene un valor inmobiliario indudable. De hecho, alguna constructora vasca estaba dispuesto a financiar el reflotamiento de Vicrila con 16,7 millones de euros, a cambio de la compra de 55.000 metros de terreno.

En la actualidad, Vicrila está en proceso concursal desde que el 13 de diciembre de 2016, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao, declarase el concurso voluntario y designase a la empresa Zubizarreta como administrador concursal.

Empresa. La compañía fue fundada en 1890. Tras muchos años en manos del grupo francés ARC en 2009 paso a manos de un pequeño grupo de directivos.

Interesados. En principio, según fuentes cercanas al proceso, hay media docena de grupos que han mostrado interés por Vicrila aunque a fecha de hoy los dos posibles ofertantes con mayores posibilidades serían Sherpa Capital, titular de Cegasa, y Cambium.

Pérdidas. En el último ejercicio con resultados cerrados y públicos, el de 2015, Vicrila, registró unas ventas de 30,6 millones y un resultado de explotación negativo de 12 millones

-20%

Los trabajadores de Vicrila mantienen la aceptación del recorte salarial del 20% lo que, en principio, permite sostener la actividad productiva hasta finales de año mientras se busca un socio inversor que se haga cargo de la empresa vizcaína en concurso.