bilbao - Este mes de agosto que termina está confirmando que la papelera vizcaína CEL tiene futuro. Así lo pone de manifiesto el interés de varios inversores en reflotar el grupo industrial y, aunque todavía se desconocen las intenciones de los posibles compradores, la plantilla percibe que se acerca a una salida, una puerta que le permita esquivar el expediente de regulación de empleo de despido cuya tramitación debe iniciarse en septiembre.
Los primeros avances se verán la próxima semana, cuando el inversor chileno que visitó a principios de verano las tres plantas del grupo vuelva a Euskadi. Cada vez cobra más fuerza la sensación de que llegará con una oferta bajo el brazo, ya que, al encuentro ya conocido con el administrador concursal que controla la compañía, se suma ahora una reunión con el comité de empresa en la que todo apunta a que el posible comprador informará a la plantilla de su proyecto y sus necesidades de personal.
Fuentes del comité anunciaron ayer la celebración de ese encuentro, que se interpreta como la confirmación de que la compañía chilena ha hecho sus números y ya ha afinado una propuesta concreta para relanzar la actividad de la papelera vizcaína.
Si no llega a CEL nuevo capital, los planes de los actuales propietarios pasan por el despido de la mayoría de los trabajadores y el cierre de todas las plantas salvo la de Artziniega. En ese caso se quedarían en la calle 230 de los 254 trabajadores del grupo, los que tienen su puesto en las fábricas de Zalla y Güeñes.
Por ello, la plantilla está siguiendo con expectación los movimientos de los posibles compradores y el comité no oculta que los últimos acontecimientos han generado “ilusión” entre los trabajadores.
En ese sentido, fuentes sindicales confirmaron ayer que el nuevo inversor portugués interesado en adquirir CEL, que visitó el pasado viernes las plantas de la empresa, también ha mostrado “interés real” por adquirir el grupo papelero. Antes del verano, un grupo catalán planteó quedarse con solo una de las fábricas con el objetivo de quedarse con la maquinaria, pero el administrador rechazó su planteamiento.
En cambio, los últimos movimientos van al parecer en otra dirección, la de darle un impulso a la actividad. Según explicaron las citadas fuentes sindicales a Europa Press, la posible oferta por hacerse con la firma, con las tres fábricas -las dos vizcaínas y la alavesa-, procedería de un grupo inversor “fuerte” gestionado y encabezado por una empresa portuguesa integrada a su vez en un fondo de inversión. Se trata de una estructura más del gusto de la plantilla que una basada netamente en el esquema tradicional de fondo de inversión que, por definición, busca solo la rentabilidad para sus clientes.
continúan las movilizaciones Para ayer lunes estaba prevista la reincorporación tras el periodo vacacional de la jueza titular que debe admitir a trámite la solicitud de extinción de actividad presentada por la actual dirección a finales de julio. En caso de llegarse a ese punto, solo conservarían su puesto de trabajo 24 de los empleados y por ello toda la plantilla se está implicando activamente en darle la vuelta a la situación.
En esa dinámica, después de las movilizaciones desarrolladas durante la Aste Nagusia bilbaína que les ha hecho muy visibles, los trabajadores proseguirán mañana miércoles con sus protestas con una concentración ante la sede de la planta de Aranguren, Ecofibras, a la que seguirá una pega de carteles y pegatinas por Zalla y otras localidades de la zona de Enkarterri.
El portavoz sindical del comité explicó ademas que los representantes de los trabajadores se van a reunir con el inversor chileno que visitó en primer lugar las plantas “entre el 4 y 7 de septiembre”, es decir la próxima semana.
El encuentro con los sindicatos va a tener lugar a petición del propio inversor, tal y como les ha comunicado a los miembros del comité el administrador concursal del grupo, que también está previsto para que se reincorpore a su actividad para ese lunes 4 de septiembre.
Los trabajadores siguen ultimando asimismo el calendario de movilizaciones y concentraciones añadidas que van a llevar a cabo antes de la celebración el 17 de septiembre de la manifestación que recorrerá la comarca de Enkarterri. La plantilla confía en tener antes de ese fecha varias opciones de compra sobre la mesa, las propuestas que tendrá que analizar el administrador concursal de cara a buscar la mejor salida para los acreedores y los asalariados.
230
personas se quedarían sin trabajo si se aplica el expediente de regulación de empleo que ha presentado la actual dirección del grupo CEL. Solo conservarían su empleo 24 trabajadores. La jueza debe admitir a trámite el ERE y, además, su aplicación estaría en cualquier caso vinculada a la decisión que tome un hipotético comprador de la papelera vizcaína. Las protestas. Los trabajadores continuarán desarrollando su calendario de movilizaciones, en el que mañana miércoles está prevista una concentración ante la fábrica de Aranguren (Zalla) y la pegada de carteles por Enkarterri.
Posibles compradores. Cuatro inversores han mostrado su interés por comprar el grupo papelero y han visitado las instalaciones. El ‘candidato’ chileno podría presentar su oferta la próxima semana.