parís - Francia comienza a hacer presión para que plataformas de alojamiento como Airbnb paguen más impuestos en aquellos países en los que operen.
El año pasado, la plataforma pagó 92.944 de euros en impuestos en Francia, su segundo mayor mercado del mundo tras Estados Unidos con más de 10 millones de usuarios y 400.000 anuncios de alojamiento. Un cifra mucho menor a lo que pagan compañías más pequeñas y que fue tildada de “inaceptable” por el ministro de Economía, Bruno Le Maire. “Las plataformas digitales facturan decenas de millones de euros y el Tesoro francés solo recibe decenas de miles”, dijo ante el Parlamento.
Le Maire hizo referencia también a Google, Amazon o Facebook, y anunció que Francia y Alemania comandarán en la próxima reunión de septiembre de ministros de Economía de la Unión Europea una iniciativa europea para evitar que estas compañías digitales puedan esquivar el pago de impuestos en los países donde generan sus ingresos.
La intención de ambas potencias es que Bruselas adopte su propuesta como propia, y la ponga sobre la mesa de los jefes de Estado comunitarios en su próximo encuentro de diciembre con el objetivo de tener una directiva en 2018. “La armonización fiscal es una prioridad y debe poner fin a las divergencias nacionales que aprovechan las empresas, así como a la competencia entre Estados”, dijo Le Maire.
respuesta de bruselas Bruselas respondió al mensaje con su habitual prudencia: “Estamos reflexionando sobre cuál es la mejor forma de gravar la economía digital. Esperamos con interés los debates sobre este tema en la reunión de ministros de septiembre en Tallin”, afirmó una portavoz.
Pero la Comisión parece moverse hacia el mismo lado que Francia. “Es esencial que mantengamos unas condiciones equitativas para que todas las empresas paguen su parte justa, ya sean grandes o pequeñas, estén más o menos digitalizadas, con sede en la UE o fuera”, añadió la Comisión.
Irlanda y su impuesto de Sociedades del 12,5% se han convertido en el mejor ejemplo de la desleal lucha entre socios europeos por atraer inversiones, como la de Airbnb, con sede en ese país. -DNA