GINEBRA. "La OIT ha colaborado con grupos de empresas representativos durante casi un siglo y posee una larga experiencia en la lucha contra del trabajo forzoso", afirmó en un comunicado el director general de dicha organización, Guy Ryder.

"Esta experiencia ha puesto de manifiesto la importancia de los intercambios entre pares que crean un contexto favorable para compartir información y solucionar problemas", añadió.

Asimismo ofrecerá a los miembros oportunidades y soluciones que reúnen la iniciativa y la experiencia de la OIT, y una red mundial que abarca a 187 Estados miembros.

Además facilitará a los miembros la búsqueda de datos e información sobre las tendencias emergentes, y permitirá a las empresas anticipar y adaptarse a los rápidos cambios que el mundo experimenta.

La red ofrece además la oportunidad de aprovechar la estructura tripartita de la OIT, que reúne a gobiernos y representantes de trabajadores y de empleadores.

La participación de estos tres grupos "es esencial para la diligencia debida en materia de derechos humanos y para anticipar los problemas", sostiene la OIT.

Entre los primeros ámbitos de acción se encuentran examinar las políticas vigentes, identificar los sectores de riesgo, y la diligencia debida, así como adaptar las herramientas de la OIT y elaborar otras para la prevención en las actividades de las empresas en diversos idiomas.

Igualmente la iniciativa pretende comprender los sistemas jurídicos y normativos y las obligaciones de notificación, garantizar la contratación equitativa y comprobar la validez de los modelos de intervención sobre trabajo forzoso y trata de seres humanos en sus operaciones y cadenas de suministro.

La participación está abierta a las empresas con un alcance global interesadas en prevenir el trabajo forzoso en sus operaciones y cadenas de suministro.