FRáNCFORT - El repunte en febrero de la tasa de inflación de la eurozona hasta el 2%, su nivel más alto en cuatro años, no será motivo suficiente para que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decida en su reunión de hoy introducir variación alguna en su estrategia de política monetaria, que podría comenzar a debatirse a la vuelta del verano, según los analistas consultados por Europa Press.
De este modo, los expertos coinciden en que no se esperan novedades esta semana más allá de la revisión al alza por parte del instituto emisor de sus previsiones de inflación y crecimiento, además de la posible introducción de algún matiz en las directrices sobre política monetaria del habitual discurso introductorio del presidente de la entidad, Mario Draghi, que podría poner así fin al compromiso de bajar más los tipos si fuera necesario.
“Pensamos que la actual tregua entre halcones y palomas se reflejará en el tono dovish de Draghi y la ausencia de decisiones”, señala Gilles Moec, analista de Bank of America Merrill Lynch, quien considera que “a la vuelta del verano será inevitable un debate en condiciones sobre el futuro de la UE”, mientras que cualquier cambio a corto plazo probablemente se limitará a eliminar de las directrices del BCE el compromiso de rebajar aún más los tipos si fuera necesario, ya que los inversores han dejado ya de esperar cambios en el tipo de la facilidad de depósito.
Danske Bank, por su parte, coincide en apuntar que el primer paso por parte del BCE en la normalización de su postura pasaría por eliminar de sus directrices sobre el futuro de la política monetaria de la entidad esta posibilidad de bajar más los tipos, subrayando en su lugar que las tasas se mantendrán a los niveles actuales durante un periodo prolongado de tiempo.
En este sentido, Joaquín Robles, analista de XTB, se muestra rotundo al señalar que “no se espera ninguna novedad en la reunión de esta semana”, ya que la mejoría de los datos macroeconómicos de la zona euro “todavía no es suficiente” como para provocar un cambio en la política monetaria. - Europa Press