bilbao - Las empresas vascas de energía ven un futuro favorable para las renovables después de los acuerdos alcanzados en la cumbre de París sobre el clima en diciembre de 2015, puesto que consideran que se reforzó la idea de afrontar las inversiones necesarias para apostar por las energías limpias, según los responsables del clúster que aglutina a las firmas del sector.

El clúster de Energía del País Vasco celebró el pasado jueves en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia su asamblea anual, en la que se nombró a José Javier Arteche, del Grupo Arteche, como nuevo presidente de la agrupación, tras cumplirse los cuatro años de presidencia de Ignacio Martín, máximo responsable de Gamesa.

El director general del clúster, José Ignacio Hormaeche, presentó una radiografía de la situación del sector, destacando que las empresas del sector de la energía renovable valoran los acuerdos de París de forma muy favorable. “Se interpretan como una señal inequívoca de que los poderes públicos habilitarán en los próximos años los marcos regulatorios y financieros necesarios para hacer posible el gran volumen de inversión requerido para alcanzar el objetivo de que el aumento de la temperatura global no supere los 2 grados a final de este siglo”, explicó Hormaeche.

Entre estas inversiones, la generación renovable tendrá un especial protagonismo y, de forma destacada, la eólica y la solar fotovoltaica. Ambas son tecnologías maduras y con costes de producción que en muchos casos compiten ya con la generación eléctrica convencional. En opinión de Hormaeche, los acuerdos alcanzados en la cumbre celebrada en la capital francesa “refuerzan la apuesta exterior del sector energético vasco, al establecer en sus artículos que los países desarrollados prestarán mayor apoyo a los países en desarrollo a través de la dotación de un Fondo de Adaptación de 100.000 millones de dólares, que permita el acceso universal a la energía sostenible en los países en desarrollo”, indicó.

ejercicio complejo Además de este análisis sobre el futuro de las renovables, la asamblea acogió la presentación de las grandes cifras del sector energético vasco. El sector ha mantenido su facturación global en 2015 en términos muy parecidos a 2014, alrededor de los 46.000 millones de euros, según explicaron los responsables del clúster, mientras que las compañías del sector dan trabajo en Euskadi a unas 21.000 personas, de las cuales cerca de 2.400 están dedicadas a actividades de I+D+i. Tras varios años críticos entre 2012 y 2014, las empresas del sector energético vasco han afrontado un ejercicio 2015 complejo y no exento de dificultad, “en un contexto de geopolítica de la energía incierto y sometido a variables de difícil evaluación”, afirmó Hormaeche.

“Sobre todo el precio del petróleo ha condicionado un año en el que, si bien se ha producido un crecimiento de la inversión global en energía respecto a los años precedentes, la feroz competencia en los mercados internacionales ha obligado al sector a un importante esfuerzo en términos de despliegue comercial y de competitividad en costes”, apuntó.

Especialmente compleja ha sido la evolución del ejercicio para las empresas que operan en las cadenas de valor del sector oil&gas. Los mínimos a los que ha cotizado el barril de petróleo en 2015 han paralizado numerosos proyectos e inversiones en exploración y producción, lo cual ha impactado de forma directa en la cartera de pedidos de los proveedores de equipos y componentes.

Hormaeche considera que “las empresas que operan en los mercados de las energías renovables y de la eficiencia energética han aprovechado el crecimiento de las inversiones en nuevas plantas de generación renovable para completar un ejercicio al alza en facturación aunque con niveles de márgenes muy ajustados”. Por tecnologías, destacan los proyectos de nuevos parques eólicos terrestres y los 3 gigavatios de eólica offshore que se instalaron en 2015, fundamentalmente en el mar del Norte. En la tecnología CSP las empresas vascas participaron en proyectos en países como Marruecos, Sudáfrica o Chile. - DNA