Las prejubilaciones a los 58 años de edad, e incluso a los 55 años, están a la orden del día en muchas grandes empresas del Estado español cuyos dirigentes consideran a las personas de mayor edad y experiencia, más como un estorbo que como un activo pero curiosamente ellos, los grandes directivos de las corporaciones del IBEX-35, rara vez por no decir ninguna se jubilan al cumplir los 65 años de edad, la cota legal para acceder a la pensión de jubilación, por otra parte muy generosa para dicha élite.

Por eso, por su reticencia a dejar el poder empresarial, es noticia que esta pasada semana se haya producido la salida de César Alierta de la presidencia ejecutiva de Telefónica. Una marcha, -en todo caso a plazos porque seguirá en el consejo de administración-, que recuerda la necesidad de poner en marcha un proceso de cambio generacional en las grandes empresas que configuran el Ibex 35, con varios presidentes por encima de la edad legal de jubilación e incluso superando los 80 años de edad, que siguen al frente de grandes compañías y todavía no piensan en el relevo.

Alierta, con casi 71 años y tras casi 16 años al frente de Telefónica, deja el timón de la compañía en manos de José María Alvarez Pallete, con 53 años de edad.

Fallecido Emilio Botín, -a los 79 años de edad y sin intención alguna de preparar la sucesión, que al final recayó en su hija Ana Patricia-, el patriarca de los dirigentes en el seno del Ibex sigue siendo un octogenario Juan Miguel Villar Mir el presidente de OHL.

A diferencia de las pujantes empresas norteamericanas de las nuevas tecnologías, en el Estado español acceder a la presidencia de una gran compañía cotizada es terreno vedado antes de los 45 años de edad. De hecho, los más jóvenes directivos son Esther Alcocer Koplowitz, de FCC, el presidente de Aena, José Manuel Vargas, y el presidente de Merlin Properties, Ismael Clemente camino de los 46 años.

En todo caso, Juan Villar Mir sigue a sus 84 al frente del grupo constructor OHL. Y no parece que nadie quiere discutirle el honor de ser el más longevo de los presidentes en activo pues los que parecían incombustibles hasta el punto de cambiar las normas para seguir al frente de las compañías como el citado César Alierta o el presidente del BBVA, Francisco González, ya se han ido o han anunciado que se irán.

Por detrás de Villar Mir se sitúa el presidente de la ingeniería Técnicas Reunidas, José Lladó, que con sus 82 años continúa llevando el timón de la compañía y todavía no piensa en el relevo.

Si hay un ejemplo de hacer bien las cosas, e incluso el delicado tema de la sucesión al frente de una compañía, este es el del empresario más rico de España, el gallego Amancio Ortega. Hace cinco años, con 75, dejó la primera línea ejecutiva al ceder la presidencia de Inditex a Pablo Isla, con 52 años de edad. Y la compañía no ha parado de crecer.

Con 70 o más años de edad están varios directivos bancarios como el presidente de Caixabank, Isidro Fainé, que tiene en la actualidad 73 años, o el citado presidente del BBVA, Francisco González, con 71 años, A punto de cumplir los 67 años también se encuentran el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, que lleva desde 1999 en la presidencia de la entidad catalana.

Al lado de estos se pueden considerar jóvenes, y no sólo de espíritu, al vasco José Ignacio Goirigolzarri (62 años), presidente de Bankia desde mayo de 2012, y la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín (55 años). El presidente más joven de los bancos del Ibex 35 es el del Popular, Angel Ron, que tiene 53 años

Fuera del sector bancario también supera los 70 años, el presidente de Red Eléctrica, José Folgado, que tiene 70 años. Eso sí Folgado ya tienen a un consejero delgado, Juan Lasala, que se proyecta como el sucesor.

Otros presidentes de las grandes compañías cotizadas del Ibex 35 que superan la edad de jubilación y siguen en activo son el presidente de ACS, y del Real Madrid, Florentino Pérez, de 69 años de edad.

Repsol, por su parte, resolvió el año pasado el relevo generacional con la cesión de las funciones ejecutivas por parte de Antoni Brufau a Josu Jon Imaz.

Así, el catalán Brufau, que continúa ostentando la presidencia de la compañía, cedía con 67 años, después de 10 años al frente de la petrolera, el cargo de máximo ejecutivo al ex dirigente vasco Imaz. En la cincuentena están el presidente de Abertis, Francisco Reynés, con 53 años; y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.

Lo que está claro visto estos datos es que el hecho de aferrarse al poder es una característica destacada de buena parte de los ejecutivos españoles.