gasteiz - Mario Fernández se siente “sorprendido e indignado” por la comunicación efectuada a la fiscalía por la actual dirección de Kutxabank en la que se le atribuye una supuesta contratación irregular, con fondos del banco, al socialista Mikel Cabieces. El expresidente de Kutxabank, entidad a la que ha dado forma, emitió ayer un comunicado mostrando su malestar con la decisión de los actuales gestores de poner en manos de la fiscalía y dar por ciertos “unos presuntos hechos” sobre cuya veracidad el exbanquero no se pronuncia.
El viernes por la noche Kutxabank informó de que ha puesto en conocimiento de la fiscalía una “determinada actuación irregular” que tuvo lugar durante la presidencia de Mario Fernández. Como explicó ayer este periódico, el actual equipo directivo que encabeza Gregorio Villalabeitia no ha presentado una denuncia formal por dicha actuación irregular, de manera que no hay causa abierta ni imputación. Simplemente se ha limitado a ponerla en conocimiento del ministerio fiscal “en cumplimiento de la legalidad vigente”, como indicó el banco vasco.
En todo caso, la mecha está encendida y las consecuencias del incendio son imprevisibles. Las valoraciones de formaciones políticas se sucedieron a lo largo del día de ayer, con acusaciones por parte de PP o EH Bildu, y más allá del terreno político el propio futuro de la entidad puede quedar condicionado por los hechos que se han puesto en conocimiento del fiscal, que ponen en duda la exquisita gestión y transparencia que se atribuye a las cajas de la CAV.
Esta supuesta actuación irregular tiene su origen en el año 2011, cuando el hasta entonces delegado del Gobierno español en Euskadi, el socialista Mikel Cabieces, deja este cargo al acceder a La Moncloa Mariano Rajoy, entrando a formar parte de un bufete de abogados contratado por Kutxabank. La entrada de Cabieces en este despacho produce un encarecimiento de la factura a cargo del banco vasco que supera los 243.000 euros, dinero que la firma de abogados recibe entre comienzos de 2012 y octubre de 2014 -prácticamente coincidiendo con el relevo de Fernández por Villalabeitia al frente del banco-.
Todo el dinero ha sido ya devuelto, según confirmaron el viernes desde la propia entidad, y según apuntan algunos medios de comunicación habría sido el propio Fernández quien lo habría restituido de su bolsillo tras conocer la apertura de una investigación. Este extremo no coincidiría con la versión aportada ayer por el exdirectivo bancario, quien aseguró no tener conocimiento de ningún proceso de investigación referente a la época en la que era presidente.
Es evidente que, como sucede en el caso de Cabieces, quien ya ha solicitado la baja del PSE, la imagen de una personalidad como la de Mario Fernández queda dañada a raíz de la información aportada a la fiscalía y dada a conocer a la opinión pública ayer por los medios. Ya al margen de la arena política y retirado también del mundo bancario, Fernández se refirió ayer a las informaciones periodísticas a través de una nota en la que en primer lugar asegura “desconocer la existencia de una denuncia contra mi persona”. Después, reitera que “nadie de Kutxabank, ni de sus accionistas, se han puesto en contacto conmigo para notificarme el inicio de ninguna acción legal o investigación”. “Ante tal cúmulo de desinformación solo puedo manifestar mi sorpresa, indignación e indefensión”, indica.
El que fuera el primer presidente de Kutxabank y artífice de la fusión de las tres cajas de la CAV muestra así su malestar con los gestores de la que hasta hace apenas dos meses era su casa, y pide también que las decisiones que se tomen en el futuro “se adopten poniendo el foco exclusivamente en el interés de la entidad”. Y el expresidente remata su crítica a la actual dirección mostrando su sorpresa por que Kutxabank “dé por sentados unos presuntos hechos sobre los que a su vez pide investigación”.
“integridad y honestidad” Fernández no aclara la veracidad acerca de la existencia o no de esa supuesta actuación irregular, ni de los detalles sobre el caso aparecidos en los medios. Sí defiende su “integridad y honestidad” al frente de Kutxabank, y amenaza con tomar medidas legales ante “cualquier información o acción que dañe mi honor”.