MADRID. Espacios libres de niños, islas sonoras en ciudades, hoteles sin Wi-Fi y retiros monacales son algunas muestras de este fenómeno. En paralelo, y ante la ingente competencia del mercado, aparecen ofertas que apuestan por la diferenciación.
Para la desconexión total, no hay nada mejor que el silencio y, gracias a ello, cada vez son más las personas que se refugian en hospederías de monasterios.
Por ejemplo, Helsinki ha inaugurado una capilla laica en la plaza de Narinkka donde cualquier persona, independientemente de sus creencias, puede disfrutar del momento de recogimiento y reflexión.
Otros nichos de mercado en auge son los hoteles para niños que ya cuentan con uno en Alicante o los hoteles exclusivamente para mujeres o personas divorciadas, en los cuales no falta ni el más mínimo detalle.
Un hotel para cada persona y necesidad, esa es la clave del éxito y a lo largo y ancho del mundo lo están demostrando. Desde Nueva Zelanda y su menú estimulante de neuronas para huéspedes de negocios hasta Alicante, donde puedes alojarte en un hotel 100% natural y ecológico.