Bilbao. La semana en la que se esperaba que el Banco de España comunicase a Alfredo Sáenz que los escollos para continuar en el cargo quedaban atrás, éste ha decidido anunciar su adiós. El baquero vizcaíno (Getxo, 1942) comunicó ayer al consejo de administración del banco la renuncia voluntaria a sus cargos de vicepresidente y consejero delegado de la entidad, dejando además de formar parte del consejo. Emilio Botín ya ha nombrado como nuevo número dos a Javier Marín, hasta la fecha director general del banco y responsable de la división global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada.

Sáenz percibirá como pensión más de 88 millones de euros, superando así a José Ignacio Goirigolzarri, que cobró una pensión de 68,7 millones cuando dejó el cargo de consejero delegado del BBVA en septiembre de 2009. El hasta ahora vicepresidente del Santander tiene derecho a cobrar una pensión de 88,17 millones de euros, según figura en el informe de retribuciones de 2012 que publicó el banco con motivo de su junta de accionistas. Además, el banco tiene contratado un seguro de vida en favor de éste por valor de otros 11,1 millones.

Las reacciones a su renuncia no se hicieron esperar y el ministro de Economía, Luis de Guindos, expresó ayer su "máximo respeto" a la decisión y elogió su trayectoria en la banca española al señalar que ha tenido "un papel muy relevante".

Un rol que en los últimos tiempos se ha visto enturbiado por la condena que recibió por un delito de acusación falsa contra unos deudores de Banesto, entidad que presidió tras ser intervenida.

Honorabilidad El proceso judicial que ha durado casi veinte años ha tenido altibajos. En 2009 la Audiencia Provincial de Barcelona le condenó a 6 meses de prisión, pena que fue reducida en marzo de 2011 por el Tribunal Supremo a tres meses de prisión y de inhabilitación para ejercer funciones en banca. En 2011, el Gobierno socialista aprobó en su último Consejo el indulto de Sáenz que, sin embargo, fue revocado parcialmente en febrero de 2013 por el Tribunal Supremo.

El Gobierno de Rajoy aprobó el pasado día 12 incorporar a la legislación española las recomendaciones de la Autoridad Bancaria Europea sobre la honorabilidad de los banqueros dando pie a que fuera el Banco de España el que decidiera esa honorabildiad de los banqueros con condenas. Se esperaba una rápida resolución para el caso de Sáenz, que ahora no será necesaria.

Ayer, el Banco de España consideró "positiva" la renuncia del vizcaíno, una decisión, que a juicio de la primera entidad contribuirá a "fortalecer la solidez del sistema financiero español".

Trayectoria El banquero se inició profesionalmente en Tubacex y en 1981 se incorporó al Banco de Vizcaya y llegó a ser vicepresidente de BBV tras la fusión de ambos y antes de fichar por el Banesto.

La intervención de Banesto por el Banco de España, que encomendó a Sáenz la tarea de saneamiento, permitió al vizcaino entrar a formar parte de la dirección de otro gran banco estatal, cuando el Santander adquirió la entidad, en los años noventa.

Sáenz destacó especialmente por dirigir el saneamiento de Banca Catalana, intervenida por el Banco de España en los ochenta.

El proceso judicial

que le ha condenado por denuncia falsa a unos deudores de Banesto ha durado casi veinte años

De la cantera del Banco de Vizcaya, trabajó

en BBV, Banca Catalana y Banesto antes de recalar en el Santander