madrid. El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), inyectará capital en el grupo Banco Mare Nostrum (BMN) y en el banco CEISS (fruto de la fusión de Caja España-Duero) de aproximadamente 1.500 millones en total, lo que le convertirá en el principal accionista de estas dos entidades, según informaron ayer fuentes gubernamentales. Con el argumento de que ambos grupos ya han recibido ayudas, la Comisión Europea cree que la mejor fórmula para recapitalizarlos en estos momentos es su nacionalización a través del FROB.

Se descarta así la previsión inicial de que el apoyo público a estas entidades vaya a llegar a través de bonos convertibles contingentes, que las entidades podrían recomprar en un plazo máximo de 5 años. Sin embargo, esta última fórmula estará disponible tanto para Caja3, formada por Cajacírculo, Inmaculada y Badajoz, como para Liberbank, el grupo de Cajastur, Caja Cantabria y Extremadura. La CE no exigirá a estas entidades que lleven a cabo una reestructuración tan drástica de sus plantillas y red de oficinas.

En el caso de BMN y CEISS, esas medidas sí se prevén, aunque para conocerlas se necesita una valoración independiente que determinará exactamente el porcentaje del capital que quedará en manos del FROB previsiblemente a comienzos de 2013. El Gobierno cree que bastará con unos 1.500 millones de la ayuda europea para la banca, aunque para determinarlo con exactitud habrá que esperar a que Bruselas apruebe la próxima semana los planes de reestructuración del sector. Las estrategias de saneamiento de CEISS y Caja3 pasarán por el cierre de sus respectivas fusiones con Unicaja e Ibercaja, mientras que BMN y Liberbank, a diferencia de la mayoría de entidades nacionalizadas, podrán seguir adelante con sus planes.