El Astra rentabilidad la mecánica diésel más solvente del almacén de Opel. El modelo medio de la casa alemana alegra su repertorio implantado en tres de sus variantes formales -compacta de cinco puertas, coupé GTC de tres accesos y familiar Sports Tourer- el propulsor 2.0 BiTurbo CDTi estrenado en el Insignia. Sus 195 caballos, que se comportan como frugales camellos, lo convierten en el Astra más rápido de todos los tiempos después del deportivo OPC (280 CV). Opel lo pondrá a la venta en breve -aún no se conoce a qué precio-, pero las primeras unidades se harán esperar hasta final de año.

Las constantes vitales del mercado no son en absoluto propicias para estrenar una creación de estas características: la demanda de automóviles carece de pulso y el precio de los carburantes roza niveles máximos. Por eso, la incorporación de esta mecánica solo encuentra justificación como parte de una estrategia comercial encaminada a reforzar la imagen del Astra. Al implantar tan enérgico motor gasóleo se atienden las plegarias de una ínfima minoría de devotos de la marca dispuestos a adquirir tan singular combinado, pero -esto es lo que cuenta- se capta el interés de no pocos clientes potenciales del decisivo modelo. Así pues, parece evidente que el objetivo primordial de Opel no es colocar muchas unidades de la nueva versión estelar, sino dar el empujón definitivo a quienes sopesan adquirir cualquiera de las abundantes y eficientes propuestas del repertorio convencional del Astra.

A tal fin, la marca va a coronar su muestrario diésel, en el que aparece ya media docena de propuestas motrices (desde 95 a 165 CV), con esta rotunda alternativa 2.0 CDTi BiTurbo. Su motor de cuatro cilindros reporta 195 CV y 400 Nm de par, todo un récord en el segmento de los coches compactos. Como refleja su denominación, la mecánica instala dos turbocompresores, de tamaño y capacidad diferentes. Ambos pueden trabajar de modo conjunto o de forma consecutiva y van asociados cada uno a su propio intercooler. La misión consiste en obtener la respuesta óptima a cualquier régimen de esfuerzo.

Combinado con el formato de cinco puertas, el motor procura una velocidad máxima oficial de 226 km/h, registro que depara el Astra diésel más ágil; en la carrocería Sports Tourer obtiene 222 km/h de punta y 223 en la GTC. A pesar de tan alto rendimiento (Opel no facilita datos sobre un poder de aceleración que se intuye elevado), el BiTurbo resulta sumamente eficiente a tenor de los consumos homologados. La adopción de tecnología Start/Stop propicia un estimable ahorro de combustible. Así el Astra reclama un mínimo ideal de 4,9 litros a los 100 km en el formato GTC (el Sports Tourer y el de cinco puertas precisan 5,1 l/100km). Estos niveles de gasto originan unas emisiones de dióxido de carbono de 129 g/km (134 g/km para el de cinco puertas y el Sports Tourer).

Por ahora no se conoce el precio de esta efusiva variante a gasóleo del Astra. La única referencia válida es la que aporta la versión CDTi de 165 caballos, que con el acabado superior ronda los 22.000 euros en tarifa oficial. Además de su desventaja de potencia, no alcanza el grado de equipamiento y de sofisticaciones técnicas anunciadas por el BiTurbo