Vitoria. El Consejo Europeo se saldó ayer con una nueva victoria del norte frente al sur. Los países con triple A -Finlandia, Holanda y sobre todo Alemania- impusieron sus tesis sobre la creación del supervisor bancario europeo. Eso significa que Italia, Francia y especialmente España fueron los perdedores, pese a que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy rechazó ayer plantear el futuro de Europa como una "batalla de buenos y malos donde gana uno y pierde otro".
Pero lo cierto es que toda la prensa internacional coincide en colocar a la canciller alemana, Angela Merkel, como la "vencedora" del Consejo porque impuso su visión de cómo debería ser la arquitectura económica de la Unión Europea.
Y Merkel fue la encargada de anunciar el varapalo de la Unión Europea al Gobierno de Rajoy. "No va a haber ninguna recapitalización directa retroactiva, sino que solo habrá, una vez que sea posible la recapitalización, esa posibilidad en el futuro", afirmó. Eso significa que será inevitable que el coste de la recapitalización bancaria del rescate financiero de junio a España -en torno a 40.000 millones de euros, según algunas estimaciones-, compute como deuda pública. Equivale a alrededor del 4% del PIB.
El pleno funcionamiento del supervisor único europeo abría la llave a la recapitalización directa de los bancos españoles -ahora en el ojo del huracán-. En el futuro, las entidades con problemas podrán recibir directamente ayudas del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE). La condición para ello es que esté en marcha ese supervisor bancario único.
Ya en la cumbre de junio se pactó que el supervisor europeo estuviera operativo a comienzos de 2013. Rajoy llevaba meses pidiendo que se cumpliera ese acuerdo y en la cumbre de estos dos días Mario Monti -primer ministro italiano- y François Hollande -presidente de Francia- fueron junto al español, los defensores de ese pacto.
Pero el pasado 25 de septiembre, los ministros de Economía de Alemania, Holanda y Finlandia emitieron un comunicado en el que cuestionaban tanto los plazos para la entrada en vigor de la recapitalización directa de la banca -enero de 2013-, como su carácter retroactivo para España y esa es la tesis que se ha impuesto finalmente.
El propio Rajoy explicó ayer que ahora se ha fijado "por unanimidad su aprobación en este ejercicio y su aplicación a lo largo de 2013. Además, se ha concretado que sea el Banco Central Europeo quien actúe de supervisor único. No estará plenamente operativo hasta el 2014.
Rajoy ayer tuvo que recular y lo hizo. Si llegó a la cumbre con la intención de avanzar en lo pactado en junio ayer restó importancia al rechazo cosechado. Dijo que no considera que sea algo urgente para España y que no está preocupado por el impacto que tendrá ese asunto sobre la deuda soberana. El presidente del Gobierno afirmó que la recapitalización directa es algo que "no urge" a Madrid.
Detalles Según fuentes comunitarias está previsto que los detalles sobre el proceso de entrada en funcionamiento de ese supervisor europeo, que debería comenzar a operar paulatinamente "a lo largo de 2013" se debatirán en las próximas reuniones del Eurogrupo. La cumbre de la UE aclaró que las funciones del BCE -política monetaria y supervisión bancaria- deben estar "claramente separadas" dentro del banco dirigido por Mario Draghi. El organismo supervisor tendrá un consejo propio de 21 miembros que trabajará separado del consejo de gobierno del BCE y presentará informes regulares al Parlamento Europeo.
Este es un paso necesario porque la crisis ha demostrado que los supervisores nacionales no han ejercido su función con neutralidad, lo que ha provocado que varios bancos hayan tenido que ser rescatados. La intención es que algo así no vuelva a ocurrir gracias a ese inspector comunitario.