VITORIA. ¿Se imagina el lector que Bankia invirtiera todo su capital en parques eólicos, centros de personas mayores, cooperativas de reciclaje, agroturismos, cine de animación, agricultura ecológica o proyectos en países en vías de desarrollo? ¿A que resulta difícil creerlo? Este es el ámbito de actuación de las entidades de banca ética, aquellas que destinan la totalidad de sus recursos a la economía solidaria o, lo que es lo mismo, a la economía no especulativa y que no busca el máximo beneficio.
En un contexto en que una buena parte del sistema financiero tradicional español ha despilfarrado su credibilidad, este tipo de banca alternativa progresa a pasos agigantados en los países occidentales pese a significar aún un porcentaje minúsculo del volumen de capital que mueve el negocio bancario. Cuantos más Lehman Brothers, Bankia o NovacaixaGalicia se destapan, mejores cifras esgrimen este tipo de entidades.
Coincidiendo con el año del surgimiento del movimiento 15-M, la fortaleza de la banca ética en el Estado español se ha incrementado, tanto en número de clientes como de depósitos de ahorro y de créditos concedidos.
En 2011 el conjunto del sector en el Estado incrementó en un 54% sus depósitos, llegando a alcanzar los 575 millones de euros, mientras que los créditos crecieron un 24%, hasta sobrepasar los 600 millones. A su vez, llegó a rondar los 80.000 clientes, pero el sector prevé crecimientos en progresión exponencial y se aventura a pronosticar que el año 2012 podría duplicar esa cifra.
Este ámbito se divide entre las entidades de banca ética propiamente dichas y las cooperativas de créditos o cooperativas solidarias, muy atomizadas y que mueven capitales más modestos. La Comunidad Autónoma Vasca cuenta con algunos de estos últimos exponentes, como Oikocredit y, sobre todo, Fiare, una iniciativa ya muy extendida en el conjunto del Estado pero con label vasco. Con 50 millones de euros gestionados en 2011 entre ahorros y créditos, Fiare se encamina a convertirse en los próximos meses en una entidad de banca ética con todos los servicios propios de la misma.
En este último apartado, destaca también Triodos Bank, el buque insignia de la banca ética en el Estado español, que esgrime su fortaleza en el sector con sus 71.000 clientes en 2011, 528 millones de euros en depósitos (un 58% más que el año anterior) y otros 564 millones en préstamos concedidos (un 23% más que en 2010).
Esta entidad, fundada en Holanda en 1980, llegó al Estado español en 2004 y desde ese momento no ha parado de crecer. El año pasado fue el mejor de su historia y el presente se adivina aún mejor, como asegura Joan Antoni Melé, subdirector general de Triodos Bank.
valores La crisis y el descrédito de la banca tradicional les empuja. "No solo la banca, la economía en general, al igual que los ciudadanos, ha caído presa de esa obsesión por el crecimiento y el beneficio rápido. Ahora se está volviendo a otro tipo de valores; de nada sirve que yo esté bien, si los demás no lo están. Eso es lo que la gente está valorando de nosotros, esa sensatez, esa prudencia". Y es que la filosofía de la entidad pasa, por ejemplo, por no invertir en la industria armamentística, peletera o contaminante. "Cuando nace nuestro banco, no surge con el objetivo de ganar la mayor cantidad de dinero posible, sino de hacer un mundo mejor, cambiar la sociedad, mejorar el medio ambiente y ayudar a la gente", enumera.
Dentro de ese principio ético, llama la atención la ausencia de incentivos de los directivos de Triodos Bank, la absoluta transparencia que dicen tener con sus clientes a la hora de explicar sus inversiones, o la publicidad de bajo perfil.
"Son los clientes los que nos traen nuevos clientes, porque no supone ningún sacrificio tener el dinero aquí". La cuenta de ahorro es equivalente a la de cualquier otra entidad, así como la tarjeta de débito o la remuneración de los depósitos de ahorro.
Este fenómeno de boca a boca llevó a Triodos Bank al convencimiento de que existía en la CAV la suficiente demanda como para abrir una sucursal. La primera oficina de la entidad en Bilbao cumplió un año el pasado más de marzo y Melé se muestra "muy satisfecho" tras haber convencido a 4.000 clientes.
En ese compromiso por mejorar la calidad de vida de las personas, Triodos Bank se cruzó hace dos años con el equipo de baloncesto en silla de ruedas Lagun Aro Bilbao BSR, que milita en la máxima categoría de la liga.
Gracias a su financiación, el equipo y su escuela se han garantizado la liquidez todo el año, porque tanto las subvenciones institucionales como el patrocinio de Lagun Aro "llegan en las mismas fechas", explica el tesorero de la entidad, Benito Gómez. "Sin esa financiación lo hubiéramos pasado muy mal el año pasado y este", añade.
Las entidades de banca ética emplean la totalidad de sus recursos en economía real, no especulativa
Triodos Bank, el buque insignia de este tipo de banca en el Estado, tiene 528 millones de euros en depósitos